Colombia: Santos regulariza la situación de 442 mil migrantes venezolanos

A cuatro días de dejar la Casa de Nariño, el Presidente colombiano Juan Manuel Santos -que el 7 de agosto será sucedido por Iván Duque- quiso entregar un mensaje claro y directo: una nueva condena al régimen de Nicolás Maduro y la reafirmación de su compromiso con la situación de los inmigrantes venezolanos en suelo colombiano. Así, firmó un decreto para regularizar la situación de 442.464 venezolanos ilegales en el país.

El decreto otorga un permiso de permanencia en el país por dos años y gracias a ello los ciudadanos venezolanos tendrán acceso a salud, educación y a trabajo formal. "En el último año y medio el aumento de la migración ha sido de un millón de personas desde Venezuela. Son colombianos que retornan al país, son venezolanos, son familias colombo-venezolanas y vuelven en condiciones precarias", dijo Santos tras el anuncio.

Los beneficios son para los que se inscribieron durante abril y junio de este año en el Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos, una suerte de censo para tener información acerca de los venezolanos que residen actualmente en Colombia.

En materia de salud, podrán afiliarse al sistema de seguridad social y las mujeres embarazadas venezolanas tendrán control prenatal. En educación, los niños accederán con mayor facilidad a la educación pública primaria y secundaria, y el Ministerio de Educación agilizará el procedimiento para convalidar los títulos de educación superior provenientes de Venezuela.

Además, estos ciudadanos venezolanos tendrán acceso a servicios de orientación e información para acceder al mercado laboral.

El plan de Santos busca también ayudar a los retornados colombianos que vivían en Venezuela. Así, se incluyen facilidades para suscribirse a programas y planes de apoyo y acompañamiento, en su calidad de población retornada en situación de vulnerabilidad.

Por otra parte, Santos informó que desembolsará cerca de US$ 6,8 millones para dotar a los hospitales de mayor flujo de atención a venezolanos.

Con todo, el Mandatario sostuvo que le entregará, el próximo 7 de agosto, a su sucesor Iván Duque, la regularización de la situación de más de 820 mil personas de esa nacionalidad en el país.

Según cifras de Migración Colombia a julio de este año, 870 mil ciudadanos venezolanos se encuentran radicados en Colombia. Aquello representa un incremento del 5% respecto al último reporte a comienzos de junio y de un 58% respecto al año 2017. Cerca de 70.000 ciudadanos venezolanos entran y salen a diario a través del Puente Internacional Simón Bolívar, en San Antonio del Táchira .

A ojos de los analistas, el decreto anunciado este jueves significa un contundente mensaje al Presidente venezolano Nicolás Maduro; una suerte de ratificación del distanciamiento que quiere marcar Santos entre ambos gobiernos, antes de dejar el poder.

En su discurso, Santos pidió a Maduro que permita "un canal humanitario que alivie en algo el sufrimiento de su pueblo, algo por lo que está aterrado el mundo entero porque este es un país tan rico cuya población está muriendo de hambre y de enfermedades por falta de medicamentos". "Así como condenamos este régimen somos generosos con nuestros hermanos venezolanos que sufren las consecuencias de las decisiones de este régimen", agregó.

Para el analista político colombiano Augusto Reyes, "en razón al proceso de paz (con las FARC en 2016) Santos en algún momento quedó como un aliado de Maduro por causa de la ayuda de éste al proceso. Creo que como punto final quería distanciarse", sostiene a La Tercera. "El mensaje no es el decreto, sino aprovechar para dejar en claro su posición frente al régimen de Maduro", sentencia Reyes.

En una entrevista a France Presse, el Mandatario saliente señaló que ve "cerca" la caída del régimen de Maduro. "La veo cerca. Un país con la inflación que tiene Venezuela -dicen que de un millón por ciento el Fondo Monetario (Internacional) que va a llegar-; ese régimen se tiene que desmoronar", señaló. También, Santos aseguró que Nicolás Maduro está en "un estado de negación", puesto que dice que "allá no hay crisis, que no necesita ayuda".