Compañeros de curso del expresidente: "Alan tenía una memoria fenomenal"

Imagen-IMG-20190418-WA0004
Los compañeros de promoción de Alan García durante su conversación con La Tercera ayer, en Lima.

Los compañeros de la secundaria del expresidente fueron a despedir al alumno más célebre de su curso a la sede del Apra en Lima. "Era muy dado a recitar poesía", rememoran.


"Durante cinco años fuimos compañeros de aula de Alan García", dice Julio Ugareli, el presidente del grupo de compañeros de curso de la secundaria del expresidente peruano. No disimula cierto orgullo al hablar, junto a una ofrenda floral con la leyenda "Unidad Escolar José María Egiguren", instalada a la entrada del centro de reuniones de la Casa del Pueblo, donde se encuentran el féretro de García. Ugareli, junto a Carlos Padriñole y Walter Zurita fueron los encargados de rendirle homenaje al amigo más célebre de su curso de secundaria de la generación 1964, en el barrio limeño de Barranco. Recuerdan la última vez que lo vieron, cuando en 2014 "tuvo la gentileza de acompañarnos como integrante de la promoción con ocasión de las bodas de oro de la generación".

Aquella vez, dice Ugareli, con cierta nostalgia, "ya había sido Presidente durante dos períodos y pudimos volver a recordar viejos tiempos".

¿Qué recuerdos de su época escolar tienen de él? ¿Ya daba señales de su futuro político?

"El descollaba por su oratoria, era una persona que tenía una tremenda facilidad de palabra" , responde Ugareli ante el asentimiento de sus compañeros y agrega: "Destacaba por el vocabulario, el léxico que tenía, palabras que nosotros no sabíamos que estaban en el vocabulario, él ya las conocía". Pero para sus tres excompañeros lo que más destacaba de Alan García era "la memoria fenomenal que tenía".

"Era muy dado a recitar poesía, se aprendía poemas enteros de memoria", señala Ugareli, agregando que "en cuarto año había un curso que se llamaba literatura española y había varios autores que eran poetas y él se aprendía de memoria todos". Ese gusto por la literatura, más que su vocación política, es lo que recuerdan. "La vocación política era incipiente, pero si estaba su simpatía por el partido al que perteneció toda su vida", afirma Ugareli. "Era una cuestión de herencia, su papá, su mamá y un tío eran del partido", acota Padriñole.

Sobre las acusaciones en contra de su compañero más célebre, no tienen una opinión definitiva. "Aquí la justicia es muy tortuosa, nosotros no podemos darle una opinión concluyente sobre si es o no culpable. Todos los expresidentes de Perú están con un proceso judicial abierto, incluso, hay uno prófugo que ya está comprobado que cometió algún delito", dice Ugareli, agregando en relación a García: "Este 'pata' estaba en investigación, pero ¿se llegará a la verdad?, ¿cuál será la verdad? Eso no lo sabemos".

Y ¿qué sensación tienen ante la decisión que tomó?

"Una pena terrible porque nadie se esperaba este tipo de situaciones. Nosotros siempre estábamos cerca de él, pero para tomar esta decisión...", señala Ugareli sin concluir la frase. "Imaginamos que no ha sido una decisión compartida con nadie, porque si alguien hubiera sabido por supuesto que lo hubieran impedido. Esta ha sido una decisión totalmente personal, forzada por las circunstancias", agrega luego. "El tiempo dirá cuál es la verdad", concluye.

De ese colegio de Barranco, reconocen, nadie más tuvo la vocación política de Alan García. "Cada uno tomó su rumbo y sólo volvimos a tomar contacto después de un tiempo de haber salido del colegio", dice Ugareli. Aunque, interviene Padriñole, de esos mismos años, de Barranco, sí surgió otro político, el también aprista Jorge del Castillo. "Pero él venía de un colegio particular, nosotros de una escuela pública", acota Ugareli para concluir.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.