Congreso certifica la victoria de Biden y extienden estado de emergencia

El Presidente electo Joe Biden habla en un teatro en Wilmington, Delaware. Foto: AFP

Pese a las interrupciones en el Capitolio, durante la madrugada se ratificó el triunfo del demócrata.


Pasada la medianoche del miércoles, el Congreso de Estados Unidos prosiguió el debate para certificar la victoria de Joe Biden, que finalmente fue ratificada horas después de que una turba irrumpiera en el edificio del Capitolio.

Se esperaba que la sesión del miércoles se extendiera más de lo habitual debido a las objeciones de algunos republicanos que defienden las acusaciones infundadas de fraude electoral de Donald Trump. Sin embargo, todo fue violentamente interrumpido cuando cientos de partidarios del Mandatario republicano logró ingresar al edificio, obligando a los legisladores a suspender las sesiones y esconderse en un lugar seguro.

Según la policía, la toma del Capitolio dejó cuatro muertos, entre ellos, Ashli Babbit, una veterana de la Fuerza Aérea con 14 años de servicio que recibió un disparo al interior del edificio a manos de un agente de seguridad, y otras tres personas -una mujer y dos hombres- que fallecieron en el exterior debido a “emergencias médicas”. Más de una veintena de oficiales de la policía resultaron heridos y 52 personas fueron detenidas tras los disturbios.

Luego de más de cuatro horas de enfrentamientos, la sesión se reanudó a las 20.00 (del miércoles), y se extendió hasta bien entrada la madrugada.

Ola de renuncias

Las consecuencias del discurso de fraude electoral de Trump y lo ocurrido en el Capitolio han provocado la salida de varios miembros de su equipo. El Consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Matt Pottinger, dimitió luego del comportamiento del mandatario ante los disturbios en el Congreso. Stephanie Grisham, exdirectora de Comunicaciones de la Casa Blanca y secretaria de prensa y actual jefa de gabinete de la primera dama Melania Trump, presentó su renuncia la tarde del miércoles a raíz de las protestas.

La secretaria de Transporte y esposa del senador Mitch McConnell de Kentucky, anunció su renuncia a través de Twitter, explicando que lo ocurrido en el Capitolio la “preocupó profundamente de una manera que simplemente no puedo dejar de lado”.

Mick Mulvaney, exjefe de gabinete interino de Trump, también renunció el miércoles en la noche como enviado especial a Irlanda del Norte, diciendo que no puede quedarse después de ver al Presidente alentando a las personas que se tomaron el Capitolio. Mulvaney incluso anticipó que habrá más renuncias. “Los que eligen quedarse, y he hablado con algunos de ellos, eligen quedarse porque les preocupa que el Presidente ponga a alguien peor”, dijo el funcionario.

John Costello, uno de los funcionarios de ciberseguridad más importantes de Estados Unidos, también renunció, señalando que la violencia en Washington había sido su “punto de ruptura”.

El presidente en funciones del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Tyler Goodspeed, dejó su cargo este jueves, citando los desórdenes incitados por Trump. “Los hechos de ayer hicieron que mi puesto ya no fuera sostenible”, dijo Goodspeed en una entrevista.

La exsecretaria de prensa de la Casa Blanca y exjefa de gabinete de Melania Trump, Stephanie Grisham, la exsecretaria social de Melania, Rickie Niceta, y la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Matthews, también renunciaron a sus cargos tras la irrupción de manifestantes en el Capitolio, que está siendo investigada por el FBI.

A raíz de los incidentes, la alcaldesa de Washington, D.C., Muriel Bowser, anunció que extenderá la orden de emergencia pública emitida el miércoles por 15 días más, para cubrir la investidura del Presidente electo Joe Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris el 20 de enero, y los días posteriores.

Esta orden le da la posibilidad de instaurar un toque de queda en cualquier momento, como el que se aplicó el miércoles a las 18.00.

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