Cuerpos hallados en zona selvática en Colombia corresponderían a periodistas ecuatorianos

periodistas secuestrados en Colombia

Los periodistas de El Comercio de Quito realizaban un reportaje en la frontera entre Ecuador y Colombia cuando fueron capturados por el grupo que dirige el exguerrillero Walther Arizala, conocido con el alias de "Guacho".


Las autoridades forenses de Colombia avanzaron este viernes en la identificación de los cuerpos que serían del equipo de prensa del diario El Comercio de Quito asesinado en cautiverio por disidentes de la exguerrilla FARC, informaron fuentes oficiales.

"Ya los cuerpos están en posesión de Medicina Legal", la autoridad forense, en la ciudad de Cali (oeste), dijo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, en rueda de prensa.

"La policía me asegura que es altísimamente probable que los cadáveres sean de los tres miembros de la prensa ecuatoriana", agregó.

El funcionario aseguró que los resultados de las necropsias se conocerán en "entre 24 y 48 horas".

El periodista Javier Ortega (32), el fotógrafo Paul Rivas (45) y el  conductor Efraín Segarra (60) cayeron en poder del grupo que dirige el exguerrillero Walther Arizala, conocido con el alias de Guacho, cuando realizaban un reportaje en la frontera el 26 de marzo.

Los tres fueron asesinados en cautiverio en Colombia, según anunció el gobierno ecuatoriano el 13 de abril.

Los familiares y autoridades judiciales ecuatorianas llegaron la mañana de este viernes a Cali para acompañar el eventual proceso de repatriación, luego de que el jueves el presidente colombiano Juan Manuel Santos informara de la  aparición de los cuerpos.

"Es el inicio de un camino hacia la verdad y hacia la justicia y hacia que se establezcan responsabilidades en todos los niveles", dijo Yadira Aguagallo, pareja de Rivas, a su llegada a la tercera ciudad colombiana.

Medicina Legal también identifica un cuarto cuerpo que sería del jefe de seguridad de "Guacho", advirtió por su parte Villegas.

Según el ministro, los cadáveres, encontrados por perros policías, fueron enterrados de forma tal que nunca fueran hallados e incluso sus asesinos aseguraron "el área con minas".

Arizala, un exmando medio de la ya disuelta guerrilla FARC, se apartó del acuerdo de paz que condujo al desarme de unos 7.000 combatientes de ese grupo  en 2017.

De origen ecuatoriano, Guacho es acusado por el ejército colombiano de operar como brazo armado del cartel mexicano de Sinaloa, y de tener también secuestrados a los ecuatorianos Óscar Villacis (24) y su compañera Katty  Velasco (20).

Arizala se disputa con otras bandas el control del narcotráfico en Tumaco, una empobrecida localidad del departamento de Nariño, fronteriza con Ecuador, donde se concentra la mayor cantidad de narcocultivos en Colombia.

Sin un mando unificado, los disidentes están inmersos en el tráfico de  cocaína hacia Estados Unidos, a través de la ruta del Pacífico, así como en la  explotación ilegal de madera y oro, entre otros.

Las autoridades calculan que esos grupos cuentan con unos 1.200 miembros.

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