Discursos virtuales y pregrabados marcan Asamblea General de la ONU en plena pandemia del coronavirus

Asamblea General de la ONU

No habrá reuniones bilaterales sucesivas, ni diplomacia “bajo la mesa” para hacer frente al coronavirus, ni encuentros al margen de los ministros del Grupo de Lima para debatir la crisis en Venezuela.


En plena pandemia mundial de coronavirus, la Asamblea General de la ONU arranca este martes con más discursos de líderes que nunca antes en sus 75 años de historia, pero todos virtuales y pregrabados con días de anticipación, en un cuartel general de la organización semivacío.

Aunque el presidente estadounidense Donald Trump había señalado su deseo de venir a Nueva York a pronunciar su discurso, finalmente desistió, quizás porque la gran sala de la Asamblea semivacía -solo se permitirá la entrada a un diplomático por misión- no entraba en su estrategia para derrotar al demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre.

“Qué falta de drama”, se lamentó Richard Gowan, del centro de análisis Grupo de Crisis Internacional.

No habrá reuniones bilaterales sucesivas, ni diplomacia “bajo la mesa” para hacer frente al coronavirus, ni encuentros al margen de los ministros del Grupo de Lima para debatir la crisis en Venezuela, ni visitas del presidente cubano a una iglesia del norte de Nueva York para fustigar el capitalismo.

En el sitio web de la ONU, los discursos de los 193 países miembro de la organización se sucederán durante ocho días, el primero de todos el del presidente brasileño Jair Bolsonaro, como es tradición tras el discurso de apertura del secretario general Antonio Guterres. Le seguirá Trump y luego los presidentes de Chile, Cuba, Irán, Colombia, México, entre otros.

En las semanas venideras, la ONU ha organizado varias cumbres temáticas virtuales sobre la enfermedad Covid-19, la lucha contra el calentamiento climático, el Líbano, Libia, la biodiversidad.

Aunque casi no hay nadie en el edificio de la ONU, se han instalado barreras de seguridad alrededor. Pero el barrio de Turtle Bay en Manhattan, que cada septiembre se transforma en un búnker resguardado por cientos de policías a raíz de la visita de más de 10 mil jefes de Estado y de Gobierno, ministros y diplomáticos de todo el mundo, está inusualmente tranquilo.

Solo los periodistas “residentes” de la ONU -que tienen una oficina en el edificio y un pase especial- pueden trabajar desde la sede. Las cafeterías están cerradas, y los pasillos, silenciosos.

“Somos un solo mundo”

Para evitar problemas técnicos como ocurre regularmente en las videoconferencias del Consejo de Seguridad, la ONU pidió a los líderes que entreguen sus discursos cuatro días antes de su difusión, lo cual elimina toda espontaneidad y reacción a noticias recientes.

La ONU fue creada en 1945 para evitar una nueva guerra mundial. Y aunque el objetivo fue logrado, la pandemia de Covid-19, que ha dejado casi un millón de muertos desde fines de diciembre, puso al planeta de rodillas y ha tenido un impacto económico y social devastador.

Frente a la pandemia, más inclinadas a adoptar decisiones unilaterales que a favorecer el multilateralismo, “las grandes potencias faltaron a la cita”, estimó Bertrand Badie, profesor del Instituto de Estudios Políticos de París (IEP), lamentando la falta de coordinación para frenar el avance del virus.

El lunes, durante una cumbre para celebrar el 75º aniversario de la ONU, Trump dejó hablar en su lugar a una embajadora adjunta de la misión estadounidense, mostrando así la importancia que otorga a la organización.

Bolsonaro, que defiende la explotación comercial y energética de la Amazonia e hizo el año pasado en la ONU una feroz defensa de la soberanía brasileña, se prepara para responder nuevamente a las críticas contra su política amazónica este martes, adelantó su vicepresidente.

El gigante sudamericano cree que hay países extranjeros, entidades y personalidades que defienden la Amazonia para “perjudicar a Brasil y derrocar al gobierno Bolsonaro”, dijo el general retirado Augusto Heleno, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional.

“Debemos tener una reflexión seria sobre la ONU”, dijo el lunes el presidente chino Xi Jinping, en momentos en que China aumenta su influencia en la organización y Washington se aleja.

El presidente francés Emmanuel Macron reconoció que la ONU atraviesa una crisis interna y es prisionera de la rivalidad entre países. “Nuestra casa común está en desorden, a imagen y semejanza de nuestro mundo. Sus pilares se erosionan, sus paredes se agrietan a veces bajo los ataques violentos de aquellos mismos que la construyeron”, dijo.

Pero la canciller alemana Angela Merkel aseguró que a pesar de todo la ONU aún es necesaria.

“Quienes creen que les irá mejor solos están equivocados. Nuestro bienestar es algo compartido, nuestro sufrimiento también. Somos un solo mundo”, apuntó.

El presidente de la Asamblea General de la ONU, el turco Volkan Bozkir, interrumpió por la noche la cumbre virtual por el aniversario de la Organización, por la imposibilidad material de retransmitir los 55 discursos que faltaban.

Bozkir no dio ninguna indicación sobre cuándo podría reanudarse el evento.

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