Fernando Morales, perito naval: "La Armada argentina está abocada a los cambios de normas de procedimiento para evitar otra tragedia marítima"

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Foto: Reuters

Según el experto ahora se abre es una etapa de precisión de lo que pasó, si fue una falla técnica, un error humano o una causa fortuita.


Fernando Morales es un perito naval argentino, siguió de cerca en las labores de búsqueda del ARA San Juan. En conversación con La Tercera analiza los cuestionamientos de la operación para encontrar al submarino.

¿Cómo responde a las críticas sobre la búsqueda del Ara San Juan?

La búsqueda del submarino tuvo dos etapas. En la primera intervino buena parte del mundo, entre ellas las fuerzas de Chile que nos colaboraron muy gentilmente, pero lo hicieron buscando vidas, una búsqueda urgente, con la velocidad y la adrenalina que supone estar buscando vidas. Y, después, vino una segunda búsqueda científica mucho más precisa, pero mucho más lenta, que es la que hizo la empresa Ocean Infinity, no buscando vidas, sino que buscando un resto. En esa segunda etapa, la empresa Ocean Infinity se valió de informes de la Armada Argentina, de Inglaterra y de Estados Unidos. Y la empresa, a su criterio, diagramó la búsqueda, por dónde empezar y por dónde seguir y nosotros como país no teníamos posibilidades de alterar el plan de la empresa, porque para eso los contratamos y esas eran las reglas del juego. El submarino termina encontrándose en el área en donde se había detectado aquella famosa anomalía hidroacústica, que un organismo internacional brindó y entonces el área ya había sido barrida por Ocean Infinity. De hecho, lo que hizo anoche fue volver sobre sus pasos, para reexaminar un contacto que le generaba algunas dudas para sus tareas del buque y volvieron sobre sus pasos. No hay nada que objetarle, en ese sentido, a la empresa, porque es una empresa comercial, que diagramó su estrategia como mejor quiso y que el único condicionamiento que tenía era buscar en 60 días hábiles, lo hizo, lo encontró. Puede haber alguna duda, por qué no lo encontró la primera vez que pasó y lo encontró después, pero se manejó dentro de los plazos y para lo que se la contrató, lo cumplió. Al margen de lo que se diga, yo no vislumbro en este momento algún reproche oficial en ese sentido que se le pueda hacer a la empresa, al menos ahora, a pocas de haber terminado  su labor de búsqueda.

¿Qué condiciones especiales se produjeron para que lo hayan encontrado?

Simplemente que el buque consideró que un primer descarte no era lo más acertado y que correspondía volver a revisar y,  bueno, al margen de que pueda haber alguna sospecha de alguna especulación comercial o publicitaria de la empresa, que quiso enmarcar esto en una situación un poco más cinematográfica, podría ser. La empresa tenía una estrategia y lo hizo dentro de los márgenes y los parámetros que el contrato le marcó. Después podemos juzgar si éticamente tuvo alguna cosa observable o no. Pero, en principio, te diría que lo que hay en el gobierno de Argentina en este momento es satisfacción por la labor de esta empresa.

¿Qué lecciones se puede sacar de esta tragedia?

Como toda tragedia marítima y puedo citar el Titanic como referente básico de cómo cambiaron las reglas de navegación después de esto. La Armada ya está abocada a los cambios de los manuales y normas de procedimiento que hacen que las medidas de control deban ser encaradas de otra forma para evitar otra tragedia marítima. Lo que ahora se abre es una etapa de más certidumbre, dado que la justicia y, a través de los peritos navales que vayan o vayamos a actuar, va a poder tener una mayor precisión de lo que pasó, si fue una falla técnica, un error humano o una causa fortuita que hubiera pasado con un submarino cero kilómetro. Es decir, que ahora viene una etapa de mucho análisis.

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