Gestos a Trump, polémicas en Twitter y cambios en su gabinete: Los primeros 100 días de Jair Bolsonaro al frente de Brasil

Jair Bolsonaro
Foto: AFP

El estilo del actual presidente brasileño ha marcado un cambio en comparación a las administraciones anteriores. A diferencia de sus antecesores, decidió que su primer viaje al extranjero sería a EE.UU. y ha mantenido un particular estilo para comunicarse con sus ciudadanos.


El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cumple cien días al mando del gobierno de Brasil. Su administración, que inició con el mandatario hospitalizado a poco andar como una secuela del apuñalamiento que sufrió durante la campaña, ha estado marcada por un sello presencial -con uso de redes sociales- y algunas sorpresas, entre ellas, la decisión de realizar su primera visita como jefe de Estado a Washington para reunirse con Donald Trump, marcando un giro con sus antecesores.

Diecisiete días hospitalizado

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En septiembre pasado, en plena contienda electoral, el entonces candidato Bolsonaro fue víctima de un ataque con cuchillo en el estado de Minas Gerais que lo obligó a estar hospitalizado durante algunos días y detener su campaña, restándose de los debates televisados y no poder asistir al resto de las actividades programadas. A pesar de ello, ganó los comicios y se convirtió en el nuevo presidente de Brasil.

Ya en el cargo de jefe de Estado, debió someterse a una cirugía para remover la bolsa de colostomía que usó tras el ataque en su estómago. Internado en el hospital Albert Einstein de Sao Paulo, Bolsonaro quiso continuar con sus labores como presidente y pidió que se instalara una pequeña oficina, en una pieza continua, para que parte de su gabinete realizara reuniones de trabajo.

Pero aunque su recuperación estaba agendada para durar unos pocos días, el mandatario sufrió un cuadro de neumonía que lo obligó a seguir internado y extender su estadía en el recinto médico a un total de 17 días.

Giras al extranjero: visitas a Trump, Piñera y Netanyahu

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Por lo general, una tradición no escrita plantea que el nuevo presidente de Brasil suele viajar primero a su país vecino, Argentina. Sin embargo, Bolsonaro hizo una excepción y agendó su primer viaje oficial a Estados Unidos -el pasado 19 de marzo-, donde se reunió con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca, para hablar sobre la relación entre ambos países, y el tema obligado en la agenda de Latinoamérica: la crisis de Venezuela.

Tras ello, tampoco se dirigió a Buenos Aires, sino que se hizo parte de la primera cumbre de Prosur -foro creado por Chile y Colombia en reemplazo de Unasur- en Santiago, donde además concretó su primer encuentro oficial por el Presidente Sebastián Piñera en La Moneda, y participó de una reunión con empresarios nacionales.

Su visita causó polémica en el país, provocando manifestaciones de parte de organizaciones de la comunidad LGBTI y del mundo político. Los presidente del Senado y de la Cámara de Diputados, Jaime Quintana e Iván Flores, respectivamente, se restaron del almuerzo en Palacio, e incluso diputados de la oposición presentaron un proyecto de acuerdo para que fuera declarado "persona non grata".

Una vez terminada su agenda en Chile y de vuelta a Brasil, Bolsonaro emprendió su viaje a Israel para reunirse con el primer ministro de ese país, Benjamín Netanyahu.

Un presidente en 280 caracteres

Tal como suelen hacer muchos líderes mundiales y la sociedad, Bolsonaro ha aprovechado Twitter para hablar sobre los proyectos en los que está trabajando su equipo de gobierno, referirse a la contingencia e incluso dar la exclusiva sobre un cambio en su gabinete, como lo informado el día lunes, cuando publicó que el entonces ministro de Educación, Ricardo Vélez Rodríguez, dejó su cargo para ser reemplazado por Abraham Weintraub.

El uso de la plataforma de 280 caracteres también le ha traído algunos problemas inesperados al mandatario. Por ejemplo, al publicar un video obsceno -sin censura o advertir sobre su contenido sexual- en su cuenta de Twitter, como forma de mostrar lo que supuestamente ocurre en el Carnaval de Río.

"No me siento cómodo al mostrar (esto), pero tenemos que exponer la verdad para que la población tenga conocimiento y pueda fijar sus prioridades. En esto se han convertido muchos bloques callejeros en el carnaval brasileño. Comenten y saquen sus conclusiones", escribió el mandatario, y publicó la explícita pieza audiovisual.

Cambios en su gabinete

Pese a que recién supera los primeros tres meses de mandato, ya su equipo inicial ha sufrido modificaciones. La primera caída fue la de Gustavo Bebianno, quien ocupó el cargo de Secretario General de la Presidencia hasta mediados de febrero, y dejó la cartera tras la investigación del diario Folha de Sao Paulo, que aseguraba que la coalición del presidente, el Partido Social Liberal (PSL), había desviado fondos de la campaña electoral.

El escándalo fue enfrentado rápidamente y se resolvió la salida de Bebianno, que fue reemplazo por Floriano Peixoto. 

La salida más reciente se concretó el día lunes en el ministerio de Educación, con la partida de Vélez -escritor colombiano nacionalizado brasileño- luego de varias problemas al interior de la cartera. En su lugar asumió Weintraub, un economista.

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