Johnson lanza su última ofensiva a 48 horas de las elecciones

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El primer ministro Johnson da un discurso en una fábrica el lunes en Sunderland. foto:reuters

El primer ministro y líder de los conservadores está recorriendo el norte de Inglaterra para conquistar votos de los distritos laboristas de cara a los comicios del jueves.


El primer ministro británico, Boris Johnson, lanzó el lunes su última ofensiva para convencer a los electores en el norte de Inglaterra, donde espera romper lo que se conoce como "la muralla roja", en alusión a la preferencia laborista, de cara a las elecciones generales del jueves, consideradas de las más cruciales de la post guerra.

Según las encuestas, citadas por el diario The Telegraph, el Partido Conservador lidera la intención de voto con 10 a 14 puntos de ventaja frente a los laboristas de Jeremy Corbyn. En este contexto, el llamado de grupos europeístas a hacer un voto táctico podría jugar un papel clave para evitar que los conservadores logren la mayoría absoluta.

Así, vistiendo botas, sombrero y bata blanca, en la mañana del lunes Johnson visitó un mercado de pescado en Grimsby, ciudad en la costa este que no ha votado por el Partido Conservador desde la Segunda Guerra Mundial, y luego se dirigió más al norte, hacia Sunderland. Ambos distritos son considerados muy brexistas, por lo que apuesta a que su eslogan "lograr que se cumpla el Brexit" pueda conquistarlos.

"Las personas están muy cansadas y quieren que se concrete algo, aunque sea el Brexit. Para poder llevar adelante su plan de concretar la salida de Reino Unido de la Unión Europea el 31 de enero, Boris necesita una buena mayoría. Es imposible decir ahora si la tendrá o no", señaló a La Tercera John Gaffney, codirector del Centro para Europa de Aston.

Esta campaña se ha desarrollado en un ambiente de fuerte tensión. Johnson no ha dejado de ser atacado por su reputación de faltar a la verdad, mientras que Corbyn tuvo que soportar durísimas críticas de la comunidad judía por no haber actuado a tiempo y con firmeza a los numerosos casos de antisemitismo denunciados en el corazón de su colectividad.

Así, el camino para el líder laborista no es nada fácil. La jefa de los liberales demócratas, Jo Swinson, dijo que su colectividad no pondría a Corbyn en Downing Street, ya que él "no se encuentra apto para ser primer ministro", sugiriendo que ella respaldaría otra elección en lugar de apoyar una coalición con el laborismo.

"Hay una hostilidad real hacia Corbyn. El laborismo ha tratado de ser una fuerza unificadora, usando una ambivalencia creativa, pero no funciona muy bien", explicó Gaffney.

El voto táctico

La idea de quienes llaman a votar por un voto táctico es que los votantes no entreguen su preferencia ni a los conservadores ni a los laboristas y que, en cambio, se inclinen por cualquier otro partido. Se estima que uno de cada 10 británicos tendrá en cuenta este tipo de votación a la hora de elegir la papeleta, pero -según los analistas- lo verdaderamente relevante es dónde se localicen. Best For Britain (Lo mejor para Gran Bretaña), organización a favor de un segundo referendo, ha identificado 36 escaños de los 650 en juego que podrían desbaratar la mayoría absoluta conservadora.

Según sus cálculos, con que 40.700 personas voten tácticamente sería suficiente para impedirla. Esta cifra está basada en un estudio de casi 30.000 electores que revela que, en ausencia de esta coordinación, el premier obtendría 345 diputados de manera cómoda.

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