La compleja trama de una supuesta espía

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Boceto en la corte de Mariia Butina, sospechosa de ser agente secreta rusa.

La mujer enfrenta hasta 15 años de cárcel por presuntos lazos con agentes de inteligencia del Kremlin.


"¿Desea continuar con la política de sanciones que son perjudiciales para ambas economías?", preguntó Mariia Butina en julio de 2015, al entonces candidato del Partido Republicano, Donald Trump en un mitin en Las Vegas. "Creo que me llevaría muy bien con Putin, OK?, respondió Trump.

Mariia Butina, de 29 años, fue acusada esta semana por el Departamento de Justicia de conspiración y de ser agente rusa encubierta. El miércoles, su rostro no se inmutó cuando leyeron los cargos por los que enfrenta 15 años de cárcel y se declaró inocente. Así, fue enviada a prisión preventiva por el alto riesgo de escape. En caso de que Butina pise la embajada rusa, podría fácilmente dejar el país.

Según la investigación en curso, Butina habría tejido una red de influyentes contactos en EE.UU., utilizando el sexo y el engaño con el único fin de beneficiar a Rusia. Uno de sus antiguos profesores señaló que Butina, oriunda de Siberia, quería hacer una mueblería y ser empresaria como su padre, Valery Butin.

El interés por la política llegó después que asistió a un campamento del partido oficialista Rusia Unida. En Moscú fundó un grupo de derecho al porte de armas llamado Right to Bear Arms. En 2016 ingresó a EE.UU. con una visa de estudiante y pasó los últimos años en Washington DC.

Butina estaba en contacto con agentes de inteligencia rusa, según la investigación. La acusada tenía contactos con individuos identificados como empleados de la FSB rusa, la agencia sucesora del KGB. El FBI señaló que Butina tuvo una cena privada con un diplomático ruso, sospechoso del gobierno de EE.UU. de ser un oficial de inteligencia rusa. También tiene conexiones con oligarcas cercanos a Vladimir Putin. Esta persona, según la investigación, viaja seguido a EE.UU. y aparece en la lista Forbes con US $1,2 billones en 2018.

Desde Rusia, Butina inició conversaciones con un contacto estadounidense y gracias al traductor de Google pudo comunicarse con él y presentarle una "propuesta de proyecto" antes de las elecciones 2016. Al tiempo terminaron siendo pareja, lo que habría sido solo parte de su labor como espía, debido a que en mensajes que intercambió con otras personas expresó su desinterés de vivir con este sujeto.

Butina ingresó a un grupo político estadounidense que la vinculó con la Asociación Nacional del Rifle. Uno de sus contactos la presentó con líderes del Partido Republicano como "representante de la diplomacia informal" de Rusia. Así, conoció al exsenador republicano Rick Santorum y a Scott Walker, gobernador de Wisconsin.

Funcionarios de la embajada de Rusia señalaron que le proporcionaran "toda la ayuda necesaria", mientras que el gobierno ruso dijo que la detención había sido impulsada por una "histeria antirrusa".

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