La respuesta de Madrid a la crisis migratoria en el mar

España
La Guardia Civil intenta detener a los inmigrantes antes de que desembarquen en la playa del Cañuelo, de Tarifa, tras cruzar el Estrecho de Gibraltar.

Un día después de reconocer que los dispositivos de acogida de inmigrantes irregulares se han visto "desbordados", el gobierno de Pedro Sánchez anunció que destinará 30 millones de euros a un plan de emergencia para atender las llegadas por el Mediterráneo.


Salvamento Marítimo de España rescató este viernes en el Estrecho de Gibraltar a 245 inmigrantes de origen subsahariano y magrebí, entre ellos seis menores de edad, cuando intentaban alcanzar las costas españolas a bordo de 11 pequeñas embarcaciones.

A estos rescates se suma el que se llevó a cabo en la provincia de Alicante con ocho personas a bordo de una pequeña embarcación.

Además, la Cruz Roja atendió este viernes en el puerto de Cartagena a nueve hombres, entre ellos dos menores, rescatados del mar cuando viajaban en una patera procedente del norte de África.

En la jornada del jueves fueron rescatados en el Estrecho de Gibraltar 296 inmigrantes y un centenar más en el mar de Alborán (Mediterráneo) cuando se dirigían a las costas españolas en distintas embarcaciones.

Las continuas llegadas de inmigrantes en los últimos días han provocado que los dispositivos de atención estén al borde del colapso, con cientos de personas en polideportivos y otros centros sociales de la provincia de Cádiz.

Incluso, cientos de inmigrantes han permanecido a bordo de un buque de Salvamento Marítimo en el puerto de Algeciras (Cádiz), al no poder ser acogidos por falta de medios.

El gobierno español reconoció el jueves que los dispositivos de acogida de inmigrantes irregulares se han visto "desbordados" por la llegada continua a las costas del sur de pateras que parten de Marruecos, en el norte de África.

La toma de conciencia es absoluta y el gobierno de Pedro Sánchez quiere hacer frente a las necesidades inmediatas, pero alza la voz para que se le escuche en la Unión Europea. De momento el gobierno invertirá 30 millones de euros en un plan de emergencia desde ahora y hasta final de año para "reforzar los dispositivos migratorios, para atender las llegadas por el Mediterráneo", apuntó la ministra de Empleo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio.

La urgencia es máxima, pero la preocupación se agudizó el jueves ante la entrada de 602 personas que saltaron la valla de Ceuta, en algunos casos con una violencia desconocida hasta ahora. Los últimos datos oficiales señalan que tuvieron que ser atendidos 10 guardias civiles por quemaduras y otras lesiones leves, como trastornos respiratorios, al haber sido rociados con una sustancia tóxica, pero todos están ya dados de alta. En el hospital permanecían cinco subsaharianos con profundas heridas y desgarros ocasionados por las cuchillas de las vallas.

"Nos preocupa y nos ocupa lo que está sucediendo. Evidentemente, hay que reforzar los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, tiene que haber más funcionarios", reconoció la titular de Migraciones, que envió todo "el apoyo del gobierno a las Fuerzas de Seguridad del Estado". La ministra señaló que hacen falta más funcionarios para repeler las llegadas, pero también mejores condiciones para atender a los que consiguen entrar, para que tengan una acogida "correcta". En breve, quizá para el 1 de agosto, estará ya preparado un centro de acogida en Chiclana de la Frontera (Cádiz) al que se trasladará a los inmigrantes que ahora están en polideportivos de Jerez. "Esta situación convoca a toda la Unión Europea y ya hemos solicitado más recursos y más ayudas", dijo Valerio.

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