Manifestación en Chicago contra la política "anti-mujeres" de Trump

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Fotos de la marcha hoy en Chicago. Foto AP.

La tumultuosa confirmación del juez Kavanaugh, acusado por una académica de un intento de violación que se remonta a una velada entre estudiantes de secundaria en 1982, ocurrió en un país políticamente muy polarizado, donde el movimiento MeToo sigue manteniendo la movilización sobre el tema de la agresión sexual.


"Marchemos a las urnas": Miles de personas salieron a las calles este sábado en Chicago para protestar contra la política "anti-mujeres" del gobierno de Donald Trump, y tratar de cambiar la marea antes de las elecciones parlamentarias de principios de noviembre.

Asociaciones y políticos instalaron puestos en el centro de la tercera ciudad más grande de Estados Unidos para atraer votantes, mientras que un globo gigante que representa a un bebé gordito y colérico, en pañales, y con los rasgos del rostro y el peinado del dirigente republicano, flotaba en el aire.

Trump también fue representado como "El Diablo" en una bandera de alto vuelo y los manifestantes agitaron pancartas pidiendo "Votar azul" (el color que identifica a los demócratas): el mensaje era inconfundible.

"¡Vota, tu vida depende de ello!", proclamaba el letrero de un manifestante. "Queremos alentar a las mujeres a votar", dijo a la agencia de noticias AFP Jessica Schiller, jefa de Women's March Chicago, organizadora del evento.

"Las mujeres están enojadas"

La manifestación de Chicago simbolizó el rencor político generado por la lucha partidista que se selló con la confirmación del juez conservador Brett Kavanaugh a la Corte Suprema, a pesar de las acusaciones de agresión sexual y el poderoso testimonio en su contra por parte de su acusadora Christine Blasey Ford.

Schiller recordó que el reciente ascenso de Kavanaugh, postulado por Trump, había encendido a muchas mujeres.

"Las mujeres están enojadas y estamos empezando a sentirnos cómodas con esta ira", dijo.

La tumultuosa confirmación del juez Kavanaugh, acusado por una académica de un intento de violación que se remonta a una velada entre estudiantes de secundaria en 1982, ocurrió en un país políticamente muy polarizado, donde el movimiento MeToo sigue manteniendo la movilización sobre el tema de la agresión sexual.

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