Manifestaciones contra el confinamiento en Australia derivan en enfrentamientos con la policía

Policías australianos reprimen a los manifestantes contra las restricciones sanitarias en Melbourne. Foto: AP

El ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Brad Hazzard, ha enviado un mensaje a los ciudadanos que han acudido a las concentraciones contra las restricciones sanitarias, personas a quien considera que “les importa un carajo” la situación de la pandemia en el país. Hazzard lamentó que Australia esté viviendo “una situación muy grave” con un sistema sanitario muy saturado y en la que hay una parte de la población que “deliberadamente no cumple con lo que se les ha pedido que hagan”.


Miles de ciudadanos australianos salieron a las calles de Sídney y Melbourne este sábado para protestar contra las nuevas restricciones de movilidad que ha aprobado el gobierno del país con el fin de hacer frente a la propagación del coronavirus, unas protestas que finalmente han derivado en enfrentamientos con la policía y detenciones, como ya ocurrió a finales de julio.

En torno a las 11.30 horas (hora local) más de 700 efectivos de policía han comenzado a imponer multas en las calles de Melbourne a aquellas personas que planeaban unirse a la manifestación contra el confinamiento en la ciudad, además, los agentes se han encargado de hacer respetar la normativa Covid-19 durante el mitín.

Mientras tanto, en Sídney la policía ha puesto en marcha una “operación significativa” con el fin de sofocar las marchas previstas, a la par que ha anunciado que se multará a quien no respete la normativa vigente en materia sanitaria, según ha recogido el diario local ‘Sydney Morning Herald’.

Sin embargo, tal y como ya ocurriera en movilizaciones similares a finales de julio, la protesta contra el bloqueo en Sídney ha derivado en arrestos masivos en base a la violación de una orden de salud pública.

Así pues, mientras la policía detenía a algunos de los manifestantes, estos clamaban contra el gobierno y sus medidas que atacan directamente a “las leyes y la Constitución”, así como criticaban el “estado policial”.

Por su parte, la policía ha replicado a los manifestantes que sí se les permite la protesta pacífica contra las decisiones del Ejecutivo, pero no de forma presencial y menos aún mientras están en vigor medidas excepcionales para salvaguardar la salud pública.

Al mismo tiempo, en Melbourne los manifestantes han lanzado bengalas al grito de “libertad”, la inmensa mayoría sin usar mascarilla, tal y como informa el diario de la ciudad ‘The Age’.

En este contexto, el ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Brad Hazzard, ha enviado un mensaje a los ciudadanos que han acudido a las concentraciones contra las restricciones, personas a quien considera que “les importa un carajo” la situación de la pandemia en el país.

Hazzard ha lamentado que Australia esté viviendo “una situación muy grave” con un sistema sanitario muy saturado y en la que hay una parte de la población que “deliberadamente no cumple con lo que se les ha pedido que hagan”.

Mientras tanto, las autoridades sanitarias de Nueva Gales del Sur han notificado este sábado un nuevo récord de contagios de coronavirus, con 825 nuevos positivos, así como tres muertes más en las últimas 24 horas.

La directora adjunta de Salud, la doctora Mariaanne Gale, informó de que de las 85 personas que se encuentran ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos, 76 no están vacunadas, mientras que los nueve pacientes restantes tan solo han recibido una dosis de la vacuna.

Como Nueva Gales del Sur registró 642 casos locales este viernes, la premier, Gladys Berejiklian, anunció nuevas restricciones radicales para Sídney, incluido un toque de queda para las regiones de puntos de acceso, así como el uso obligatorio de mascarilla al aire libre para toda la ciudad.

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