Para el ministro de Justicia de Brasil, Torquato Jardim, el juicio que enfrenta hoy Luiz Inácio Lula da Silva en Porto Alegre por el caso Lava Jato es clave si quiere ser candidato para las elecciones presidenciales de octubre. "Si hay condena de segunda instancia es inelegible", afirma Jardim en esta entrevista con La Tercera, en el marco del IV Foro Internacional de Santo Domingo, en República Dominicana.

En los últimos días jueces del Tribunal Regional de Porto Alegre denunciaron amenazas. ¿Hay preocupación sobre eso?

El presidente del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4) ha comentado en algunas entrevistas que hay amenazas directas e indirectas a algunos de sus jueces y sus familias, que algunos tuvieron que retirar a sus familiares de la ciudad. Esto es muy serio.

Algunos sectores consideran que Lula sufre una "persecución judicial". ¿Usted puede garantizar que el fallo de hoy será transparente?

La justicia federal de Brasil es independiente. Yo comprendo el discurso político de Lula y sus compañeros de partido, pero es necesario tener una crítica inteligente y sustantiva de comprender que es un discurso político, de retórica política para sus propios compañeros. La sociedad no cree en esta afirmación. La mayoría tiene confianza absoluta en el juez Sérgio Moro, de primera instancia, y en el Tribunal Regional de segunda instancia. Entonces no hay persecución política. Las sentencias son directas y muy claras. Lo interesante es que cuando Moro y el Tribunal Regional condenaban a los políticos de derecha y los empresarios, Lula y el PT aplaudían a la justicia federal. Cuando Lula es procesado y tiene que contestar acusaciones es que empieza ese discurso de deconstrucción de la justicia federal. Es un discurso político, que no tiene base alguna en los hechos, en la historia judicial brasileña.

Varios ex presidentes latinoamericanos adhirieron a la campaña "elección sin Lula es fraude". ¿Cree que esta iniciativa puede tener algún efecto en el fallo?

Ningún efecto electoral, ningún judicial. Es una campaña del antiguo Foro de Sao Paulo, de los huérfanos de Chávez y del chavismo, del bolivarianismo, los huérfanos de Unasur y todo eso. No tiene ninguna repercusión sobre los jueces. Y ninguna repercusión sobre la opinión pública en Brasil. Los brasileños, en su mayoría, no conocen esas sutilezas de las relaciones internacionales.

La presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, advirtió que "habrá muertos si detienen a Lula". ¿Qué le parece?

Es casi una retórica criminal. Ella se expone a un juicio de subversión, de sublevación, de incitación al desorden. Es una figura penal prevista hace mucho tiempo en el Código Penal. Es lamentable que ese sea su discurso, pero la senadora es muy conocida por su discurso muy radical.

El PT insiste en que va a inscribir a Lula como candidato el 15 de agosto. Pero usted ha dicho que si el fallo es 3-0 él no tendrá más recursos judiciales.

Si la condena es 3-0, entonces no hay más recursos en Porto Alegre. Hay recurso de sede constitucional ante el Supremo Tribunal y/o de ser infraconstitucional legal ante el Superior Tribunal de Justicia. Si la condena fuera 2 a 1 hay un recurso adicional, en el propio tribunal regional antes de los otros dos tribunales en Brasilia. La consecuencia es la inelegibilidad, por disposición expresa de la ley. Si hay condena de segunda instancia es inelegible. La duda que queda es si el tribunal tomará o no la decisión de empezar la ejecución de la sentencia, es decir, determinar que Lula va a la cárcel. Ese es el gran tema, pero es una cuestión secundaria desde el punto de vista jurídico. Desde el punto de vista político es muy importante. Desde el punto de vista político hay que ser muy sincero y realista, Lula condenado o no, preso o no, candidato o no será una referencia necesaria en el discurso político de Brasil para las elecciones de octubre.

Usted ha dicho que si Lula no es candidato "no pasa nada". Considerando que él lidera las encuestas, ¿cree que no habrá reacción?

Habrá una reacción, pero no creo que sea tan expresiva desde el punto de vista popular, a excepción de sus partidarios. Habrá un gran debate nacional, un debate que en verdad ya se ha iniciado, que es la diferencia entre la construcción política de Lula hasta convertirse en presidente y su propia deconstrucción después que salió de la presidencia, con todos los juicios, las acusaciones tan grandes contra él y tantos de sus amigos cercanos.

Si la condena es ratificada en segunda instancia, ¿considera que la vida política de Lula se acaba?

No podrá ser más candidato presidencial, pero puede indicar a su candidato. Es una cuestión legal abierta si puede participar de los comicios, pero como dije antes, su opinión será una referencia muy importante. ¿Pero por cuánto tiempo? No lo sé.