El movimiento heterogéneo y sin líderes que asedia al régimen iraní

En su primera reacción ante los acontecimientos, el líder supremo Alí Jamenei culpó a los "enemigos de Irán" de estar detrás de la ola de manifestaciones.


La televisión estatal mostró este martes imágenes de bancos privados asaltados, vitrinas rotas y autos volcados e incendiados en diferentes ciudades de Irán. En el sexto día de violentas protestas, el líder supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei, culpó a los "enemigos de Irán" de estar detrás de las manifestaciones que han causado al menos 21 muertos y más de mil detenidos, así como de querer perjudicar al país, en su primera reacción ante la ola de manifestaciones.

En los acontecimientos que se registran "en los últimos días, los enemigos de Irán se aliaron para crearle problemas al sistema islámico con varias herramientas de las que disponen, como dinero, armas y Servicios de Seguridad", dijo Jamenei en la televisión oficial. "El enemigo siempre está buscando una oportunidad y cualquier grieta para infiltrarse y golpear a la nación iraní", añadió.

El Presidente iraní Hassan Rohani, quien ha sido blanco de las críticas de los manifestantes, lanzó este martes un llamado a la unidad entre "gobierno, Parlamento, Justicia y Ejército" para cuidar de "los intereses nacionales" contra lo que definió como "un pequeño grupo que grita eslóganes ilegales, insulta a la religión y a los valores de la Revolución Islámica".

Además, las autoridades iraníes amenazaron a los manifestantes con acusarlos de delitos, algunos de ellos castigados con la pena de muerte. "Cada día que pase y haya personas detenidas, aumentará su delito y castigo. Nosotros ya no los consideramos manifestantes por sus derechos, sino que quieren perjudicar al régimen", dijo el presidente del Tribunal Revolucionario de Teherán, Musa Ghazanfarabadí, según la agencia iraní de noticias Tasnim. Los detenidos enfrentan eventuales acusaciones por diferentes delitos, entre los que figuran "atentar contra la seguridad nacional" y la "enemistad con Dios", ambos penados con la condena a muerte, aclaró Ghazanfarabadí.

Incluso, el principal grupo reformista iraní, presidido por el ex Presidente Mohamad Jatami, pareció cuadrarse con el régimen. Así, no sólo condenó la violencia de las protestas que azotan a varias ciudades iraníes desde el jueves, sino también denunció el supuesto apoyo de Estados Unidos a los "enemigos" del pueblo iraní. "Los alborotadores aprovecharon las manifestaciones y las protestas pacíficas para (…) destruir bienes públicos e insultar los valores religiosos y nacionales sagrados", dijo en un comunicado. También denunció el apoyo de "los enemigos del pueblo iraní, con Estados Unidos a la cabeza (…) a las acciones violentas".

Según The New York Times, las últimas manifestaciones parecen estar enraizadas en la ira contra el Presidente Rohani, considerado moderado, y su incapacidad para llevar el cambio a una economía que ha sufrido durante mucho tiempo bajo el peso de las sanciones. En este escenario, las protestas no son solo las más grandes en Irán desde 2009, sino también sugieren "un relanzamiento de algunas divisiones tradicionales", estima el periódico.

"Las personas que viven en provincias rurales, consideradas durante mucho tiempo como partidarias de las autoridades, ahora lideran la mayoría de las manifestaciones. Y mientras la gente en Teherán también ha tomado la calle, la capital no es el centro de las protestas, como lo fue durante el llamado Movimiento Verde en 2009 (contra la reelección de Mahmoud Ahmadinejad). En Teherán, muchos iraníes de clase media comparten el descontento, pero también temen la inseguridad ", aseguró el Times.

Pero las nuevas protestas, etiquetadas por muchos en Twitter como "Eteraz-e-omomi" (o "la huelga general" en farsi) están planteando más preguntas que respuestas, destacó el diario The Guardian. Ello, porque comparado con 2009, las nuevas protestas parecen carecer de cualquier organización, lo que muchos ven como una ventaja porque el Estado no puede tomar medidas drásticas contra ellos arrestando a un líder, y otros como una desventaja porque no tienen una estrategia clara en el siguiente paso.

"No se sabe quién está detrás de estas manifestaciones, no tienen un líder. Lo que se sabe hasta ahora, según los oficiales iraníes, es que un 90% de los arrestados tiene menos de 25 años de edad y no poseen antecedentes criminales", comentó a La Tercera el experto sobre Irán Meir Javedanfar.

Pese a que las autoridades continúan bloqueando el acceso a la aplicación de mensajería Telegram y a la aplicación para compartir fotos y videos de Instagram, que son las principales herramientas de comunicación para los manifestantes, el software especial utilizado para eludir los filtros del gobierno aún se podía descargar fácilmente. Con todo, los manifestantes se han coordinado a través de convocatorias en línea y en canales satelitales en persa basados en el extranjero, informó el Times.

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