Muro azul: La batalla de Biden por recuperar tres estados clave

Jóvenes que votaron por Joe Biden festejan en Washington DC, frente a la Casa Blanca. Foto: AFP

Luego de que en 2016 Trump le arrebatara a los demócratas Wisconsin, Michigan y Pennsylvania -bastiones tradicionales del partido-, Joe Biden enfocó su estrategia en recuperarlos. Un camino seguro pero no rápido a la Casa Blanca.


La estrategia número uno de Joe Biden a la hora de planificar su campaña presidencial fue la de reconquistar tres estados clave con tendencia demócrata pero que en 2016 fueron arrebatados por Donald Trump: Wisconsin, Michigan y Pennsylvania. De hecho, sus últimos días de campaña se concentraron en estos lugares del famoso “muro azul”, donde buscaba ganar los votos de la clase trabajadora y clase media de la región.

Y la estrategia rindió frutos, ya que el candidato demócrata se impuso en Michigan (16 votos electorales) y Wisconsin (10), mientras que el conteo de votos en Pennsylvania (20) le concede una importante ventaja sobre el Presidente Trump, de más de 14.500 sufragios.

La decisión de Biden de centrar sus últimos días de campaña en los campos de batalla del noreste demostró que su equipo confiaba en recuperar a los votantes de la clase trabajadora blanca para reconstruir el “muro azul” en estos tres estados, oportunidad que representaba su camino más claro hacia la Casa Blanca para alcanzar los 270 votos electorales que se necesitan para ganar las elecciones.

La gente se reúne después de que el candidato presidencial demócrata Joe Biden superó al presidente Donald Trump en el recuento de votos de las elecciones generales de Pennsylvania. REUTERS/Mark Makela

El término “muro azul” se acuñó para referirse a los 18 estados de Estados Unidos, más el Distrito de Columbia, que el Partido Demócrata ha ganado sistemáticamente en las elecciones presidenciales entre 1992 y 2012. En esta ocasión el foco de los demócratas fue recuperar los tres estados industriales del “muro azul” que se llevaron los republicanos en la pasada elección presidencial, cuando Hillary Clinton no logró imponerse en Wisconsin, Michigan y Pennsylvania.

La decisión de centrarse en el “trío industrial” fue impulsada por asuntos prácticos de la matemática política. La derrota de Clinton en esos estados en 2016 fue por márgenes estrechos, una pérdida de 80.000 votos que le costaron al Partido Demócrata el arribo a la Casa Blanca hace cuatro años. Por eso, el plan de conseguirlos de vuelta no resultaba tan descabellado y el solo hecho de ganar esos tres estados, además de mantener todos los bastiones tradicionalmente demócratas ganados por Clinton, le aseguraba la Presidencia a Biden.

El plan de Biden

A modo de ejemplo, Biden gastó en total US$ 57,8 millones en publicidad en Texas y Arizona, mientras gastó casi tres veces más (US$ 169,2 millones) en Michigan, Pennsylvania y Wisconsin.

“Si voy a vencer a Donald Trump en 2020, va a pasar aquí”, dijo el entonces precandidato Joe Biden a los votantes en la ciudad de Pittsburgh, en Pennsylvania, durante su primer discurso de su campaña en primarias en abril de 2019.

Así, Biden diseñó su propia estrategia para no repetir los “errores” de Hillary: comenzó y terminó su campaña en Pennsylvania y visitó el estado más que ningún otro candidato durante la campaña. “Pennsylvania fue un segundo hogar político para Biden mucho antes de que comenzara su tercera candidatura presidencial”, escribió The New York Times.

Hizo tres visitas a Wisconsin, donde se iba a llevar a cabo la Convención Nacional Demócrata antes de que se convirtiera en un evento virtual debido a la pandemia, mientras que Hillary Clinton nunca pisó el estado.

Joe Biden y Kamala Harris celebran después de que Biden aceptó la nominación presidencial demócrata de 2020 durante la cuarta y última noche de la Convención Nacional Demócrata de 2020, desde el sitio originalmente planeado para la convención en Milwaukee, Wisconsin, EE. UU. el 20 de agosto de 2020. REUTERS / Kevin Lamarque / File Photo

“Creemos que estamos bien posicionados en Pennsylvania, Michigan y Wisconsin”, dijo el día antes de las elecciones Jennifer O’Malley Dillon, gerenta de campaña de Biden. “Sabemos que esos estados en particular llegarán más tarde, pero creemos que vamos a ganarlos. Ese es nuestro camino más claro hacia la victoria”, indicó.

Algunos demócratas han señalado que fue la voluntad de Biden de concentrarse en esos estados, dedicándoles sus limitados eventos de campaña en persona en medio de la pandemia, lo que le dio la oportunidad de recuperar terreno. Se trató de una inusual estrategia, frente a los planes de los demócratas en elecciones anteriores de ir por los estados más poderosos, como Florida.

Pero además del cálculo matemático, también habría una suerte de “cálculo nacido de la afinidad cultural”, según el Times. “A pesar de sus décadas en Washington, Biden se ve a sí mismo como un hijo de la clase trabajadora, simplemente como cualquier ‘Joe de clase =media’ que toma el tren para ir al trabajo como cualquier otro pasajero”, escribió el diario neoyorquino.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.