ONU Mujeres se declara “preocupada” por la orden de talibanes que obliga a las mujeres afganas a cubrirse con un burka

Una mujer con burka camina por un mercado de pájaros mientras sostiene a su hijo, en el centro de Kabul, Afganistán, el domingo 8 de mayo de 2022. Foto: Ebrahim Noroozi / AP.

La directora ejecutiva de ONU Mujeres, además, mencionó informaciones recibidas por la organización que señalan que mujeres ya no pueden conducir, viajar en transporte público o, simplemente, trasladarse de un punto a otro.


La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, afirmó estar “profundamente preocupada” por la orden de los talibanes que obliga a las mujeres afganas a cubrirse el rostro en público, para lo que han recomendado el uso del burka.

Del mismo modo, lamentó el anuncio de que las mujeres sólo deberían salir de casa “en caso de necesidad” y las amenazas a sus parientes masculinos en caso de que las mujeres no cumplan con las directrices, recordando que la libertad de movimiento “es un derecho humano fundamental”.

“Es un prerrequisito para la capacidad de las mujeres para ejercer sus derechos y ser participantes activas en la sociedad”, señaló. “Cuando se restringen los derechos de las mujeres, todos sufren”, acotó, haciendo hincapié en que la última orden de las autoridades ‘de facto’ de Afganistán escala las restricciones impuestas contra mujeres y niñas en el país asiático, donde ya se les ha impedido volver al trabajo y continuar con su educación.

Bahous recordó, en este sentido, que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ya ha censurado el “profundo daño” que causa negar la educación superior a las niñas. La directora ejecutiva de ONU Mujeres, además, mencionó informaciones recibidas por la organización que señalan que mujeres ya no pueden conducir, viajar en transporte público o, simplemente, trasladarse de un punto a otro.

Violaciones “aceleradas” de derechos de las mujeres

“Estas restricciones limitan cada vez más la capacidad de las mujeres para ganarse la vida, acceder a atención sanitaria y educación, buscar protección, escapar de situaciones de violencia y ejercer sus derechos individuales y colectivos”, lamentó.

A juicio de Bahous, estas violaciones “aceleradas” contra los derechos de las mujeres y las niñas están socavando el progreso de Afganistán en muchas áreas e impactan en su crecimiento económico y social.

“Las actuales restricciones a que las mujeres trabajen han tenido un impacto económico que se estima en pérdidas de más de mil millones de dólares o más del 5 por ciento del PIB de Afganistán”, ha señalado, recordando que la pobreza es “casi universal” en el país asiático.

“Más de la mitad de la población necesita algún tipo de asistencia humanitaria y una generación entera está amenazada por la inseguridad alimentaria y la desnutrición”, ha continuado, antes de remarcar que las restricciones actuales “dificultan” la recuperación, si no la hacen “imposible”.

Por ello, ONU Mujeres se hizo eco del llamamiento de Guterres a los talibán para que cumplan sus promesas en referencia a las niñas y las mujeres y se alineen con la postura de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA).

“Pedimos urgentemente a las autoridades ‘de facto’ que respeten sus obligaciones bajo el Derecho Internacional humanitario y todos los Derechos Humanos de las niñas y mujeres, lo que incluye la devolución inmediata de su libertad de movimiento y su derecho a trabajar y educarse al más alto nivel”, cerró Bahous.

Malala Yousafzai llama a líderes del mundo a la acción

La ganadora del Premio Nobel de la Paz y activista paquistaní Malala Yousafzai, también censuró la orden talibán para el uso del burka en público, para que no trabajen o no estudien o para que no puedan desplazarse si no van acompañadas de un pariente masculino.

“No debemos reducir nuestra alarma por las mujeres afganas mientras los talibán siguen rompiendo sus promesas. Incluso ahora, las mujeres están saliendo a las calles para luchar por sus Derechos Humanos y su dignidad”, señaló, remarcando que todas las personas y en especial las de los países musulmanes, deben “apoyarlas”.

“Pido a los líderes de todo el mundo comenzar una acción colectiva para hacer que los talibán rindan cuentas por violar los Derechos Humanos de millones de mujeres y niñas”, ha zanjado.

La nueva orden no obliga al uso de una prenda determinada, pero sí recomienda expresamente el burka, común para las mujeres durante el anterior régimen talibán, entre 1996 y 2001. De todas formas, la premisa general es que si las mujeres no tienen nada importante que hacer, “mejor que se queden en casa”.

Cuando los talibán se hicieron en agosto de nuevo con el poder, prometieron respetar los derechos ganados por las mujeres durante los últimos 20 años, pero en la práctica estos se han visto cercenados, con limitaciones varias a la hora de trabajar y estudiar. El régimen talibán ha excluido a las mujeres de los puestos de poder político.

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