Papa Francisco busca combatir abusos con dos nuevas leyes eclesiásticas

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El Papa Francisco oficia una misa el domingo pasado en la Basílica de San Pedro.

La normativa, que empezó a regir de inmediato, ayudaría a las víctimas acelerando el proceso de denuncia y haciéndolo más transparente.


<em>"Humildemente y con valor debemos reconocer que estamos delante del misterio del mal, que se ensaña contra los más débiles. La Iglesia se siente llamada a combatir este mal que toca el núcleo de su misión: anunciar el Evangelio a los pequeños y protegerlos de los lobos voraces". </em>

Con estas palabras, el Papa Francisco dio por finalizada la cumbre sobre abusos sexuales celebrada en febrero en el Vaticano, en la que se comprometió a actuar contra aquellos sacerdotes que resultaran responsables y para evitar que volviera a ocurrir.

Nueve meses más tarde, y en el día en que cumplía 83 años, el Pontífice promulgó este martes dos nuevas leyes que, entre otras cosas, levantarán el secreto pontificio en los casos de abusos a menores por parte de representantes de la Iglesia. La nueva normativa busca, además, agilizar la tramitación de las denuncias y su posible paso a las autoridades civiles, en caso de que el país lo obligue, como ocurre en EE.UU.

"El secreto pontificio es la obligación de guardar reserva -bajo penas canónicas, si se rompe- sobre toda una serie de cuestiones del gobierno de la Iglesia, que van desde los nombramientos episcopales hasta los procedimientos canónicos o las deliberaciones del cónclave", indica José Manuel Vidal, vaticanista español y director del portal Religión Digital.

https://www.latercera.com/mundo/noticia/secreto-pontificio-fue-abolido-hoy-papa-francisco/942353/

El motu proprio, como se denominan las leyes promulgadas por el Papa, no afectará al secreto de confesión, que sigue vigente para este tipo de delitos.

La nueva norma, que empezó a regir inmediatamente, exige la cooperación con la justicia cuando haya mandatos ejecutivos, es decir, las diócesis de cada país deberán entregar toda la información sobre los procesos y denuncias que solicite la autoridad judicial.

"Norma histórica"

"La abolición del secreto pontificio deja claro que no existe una ley eclesiástica que prohíba a los obispos cooperar plenamente con la policía y las víctimas en el enjuiciamiento de sacerdotes abusivos", señala Thomas Reese, analista del sitio Religion News Service. "Ahora se alienta a los obispos a que no esperen a que los fiscales acudan a ellos, sino que tomen la iniciativa de denunciar delitos y presentar pruebas", agregó el vaticanista.

"Se trata de una norma histórica que elimina obstáculos e impedimentos", dijo Charles Scicluna, secretario general adjunto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, considerado el mayor experto en pederastia en el Vaticano.

La medida es un avance en la apertura que ha tenido Francisco respecto al problema de los abusos en la Iglesia, tema central de una cumbre que se celebró en febrero en el Vaticano. Además, se agrega la prohibición de imponer silencio a las denuncias y se elimina la obligatoriedad de que el abogado y el fiscal de los delitos más graves sean sacerdotes.

Con las nuevas normas, el Vaticano establece también como delitos graves "la adquisición, posesión o divulgación, con fines libidinosos, de imágenes pornográficas de menores de 18 años por parte de un clérigo, de cualquier forma y por cualquier medio". Así, se eleva de 14 a 18 años la edad mínima en la que la pornografía es considerada infantil.

Según el portal Vatican News, la nueva legislación eclesiástica dice que "la información se tratará de manera que se garantice su seguridad, integridad y confidencialidad" establecidas por el Código de Derecho Canónico, con el fin de proteger "la buena reputación, la imagen y la privacidad" de las personas involucradas.

"Es un paso más para acabar definitivamente con la etapa de la impunidad y del encubrimiento eclesiástico de los abusadores. Puede, por lo tanto, disuadir a estos de cometer sus fechorías y, una vez cometidas, puede ayudar a las víctimas a que sus denuncias sean mejor escuchadas y sus procesos judiciales sean mucho más transparentes y justos", señaló Vidal a La Tercera.

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