Papa Francisco inaugura sínodo de la Amazonía donde se discutirá ordenación de sacerdotes casados

Pope Francis leads a Mass to open a three-week synod of Amazonian bishops at the Vatican
Papa Francisco inaugura sínodo. (Foto: Reuters)

Cerca de 250 personas participarán en las reuniones convocadas en el Vaticano a partir del lunes y hasta el 27 de octubre.


Este domingo, el Papa Francisco inauguró el sínodo -una asamblea de obispos- donde se discutirá durante tres semanas la situación del Amazonas, bajo el lema "Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral".

Durante la misa inaugural, Francisco denunció que se han priorizado los intereses económicos por sobre los "humanos" en el manejo de los incendios que recientemente afectaron a la Amazonía. 

En dicha ocasión, además, el Pontífice hizo un llamado de unidad en este sínodo, que no sólo ha sido criticado por la discusión sobre la ordenación de sacerdotes casados, sino que los sectores conservadores de la Iglesia también han denunciado que el documento de trabajo de contener "herejías", como "el culto a la Naturaleza".

Cerca de 250 personas -entre ellos religiosos, expertos, misioneros e indígenas- participarán en las reuniones convocadas en el Vaticano a partir del lunes y hasta el 27 de octubre. Terminado este período, los obispos entregarán un documento final -aprobado por dos tercios de los prelados participantes- con sus recomendaciones a Francisco, quien preparará una "exhortación apostólica" o documento oficial.

Entre los invitados, participarán 35 mujeres (la mayoría religiosas) que, sin embargo, no tendrán posibilidad de votar en la asamblea. Esta decisión ha causado protestas por parte de monjas y misioneras de distintos países que han pedido ser tratadas como iguales.

"Viti probati" y celibato

Entre los temas que han generado mayor polémica es la discusión -a raíz de la escasez de sacerdotes en la Amazonía-, del documento que enviaron obispos locales manifestando su apoyo a la ordenación de hombres casados como sacerdotes: los llamados "viti probati", que en este caso serían indígenas.

El asunto generó críticas de parte de los conservadores quienes, entre otros argumentos, consideran que este tipo de proyectos "destruyen" el sacerdocio.

Sin embargo, hay quienes apoyan la medida, como el cardenal alemán, Walter Kasper, quien afirmó que "el celibato (...) no es un dogma, no es una práctica inalterable", y agregó que "si los obispos piden curas casados, el Papa debería aceptar".

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