El presidente de Perú, Pedro Castillo, negó este lunes ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), y ante empresarios de Estados Unidos, que su gobierno de izquierda sea “comunista”, y llamó a invertir “sin temores” en el país.

En su primera visita en Washington desde que asumió el cargo a finales de julio, Castillo, un maestro rural y sindicalista que ganó la presidencia al frente de un partido marxista, insistió en su llamado a captar capital foráneo y prometió seguridad jurídica.

“Cuando queremos cambiar las cosas en sintonía con el pueblo, en sintonía con los hombres de abajo, muchas veces nos hemos visto estigmatizados”, dijo Castillo ante el Consejo Permanente de la OEA.

“Nosotros no somos comunistas, nosotros no hemos venido a expropiar a nadie, nosotros no hemos venido a ahuyentar las inversiones, por el contrario llamamos a los grandes inversionistas, a los empresarios, para que vayan al Perú”, apuntó ante delegados de los 34 países miembros activos del bloque regional.

En la sede de la OEA, el mandatario peruano de 51 años abogó por que la organización hemisférica sea “verdaderamente un espacio netamente equitativo, social, donde se garanticen los derechos humanos, se hable de una verdadera democracia e igualdad de oportunidades, sin discriminaciones”.

Antes, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, que encabezó la sesión que se realizó de manera virtual y semipresencial, había saludado la visión social de Castillo, destacando que se trata del “primer presidente campesino de Perú”.

Castillo, el primer mandatario peruano sin parentesco con las élites políticas, económicas y culturales, ganó en junio las elecciones al frente del pequeño partido Perú Libre en un apretado balotaje contra la derechista Keiko Fujimori, que ésta cuestionó ante la OEA.

Una misión de observadores de la OEA dijo en un informe que los comicios fueron limpios y respaldaron la labor de las autoridades electorales peruanas. Fujimori cosechó 49,87% de los sufragios, frente al 50,12% de Castillo.