Renuncia encargado de migración de México en medio de negociaciones con EE.UU.

En medio de las negociaciones entre el gobierno de Donald Trump y la administración Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para definir un acuerdo migratorio entre ambas partes que resuelva la situación de las personas que deciden emigrar hacia EE.UU., el director del Instituto Nacional de Migración informó que deja su cargo este viernes.

A través de un comunicado se confirma que Tonatiuh Guillén López ya no continuará como titular del cargo y además agradeció "la oportunidad de servir al país".

Por su parte, el presidente Trump aseguró en entrevista con la cadena Fox News que nominará al exdirector de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) Thomas Homan como "zar de la frontera" con el país azteca.

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El acuerdo migratorio implica que México se comprometió a tomar medidas más fuertes si es que las primeras decisiones aplicadas -como el despliegue de 6 mil efectivos de la Guardia Nacional- no tienen los resultados esperados por Washington, deberían aumentar la presión y expandir su política migratoria de devolver a los migrantes centroamericanos mientras EE.UU.  procesa sus peticiones asilo.

De acuerdo a agencia AFP, el texto además señala que para comprobar la eficiencia de esta medida el gobierno de Estados Unidos "determinara a su discreción" si los resultados son o no suficientes en un plazo de 45 días y añade que, "el Gobierno de México tomará todos los pasos necesarios bajo sus leyes para hacer cumplir el acuerdo", sin embargo, no se especifican cuáles serían las nuevas medidas de debe aplicar el gobierno de AMLO.

Dentro de los acuerdos entre ambos está que México se declare como tercer país seguro o primer país de asilo y que México propuso dar un plazo para ver si el despliegue de su Guardia Nacional en frontera sur disminuía la migración irregular.

Este punto significaría que los migrantes que lleguen a territorio mexicano tendrán que pedir asilo en ese país y no en Estados Unidos.

El esquema de primer país de asilo implicaría que los migrantes soliciten asilo en el primer país extranjero al que lleguen, en este caso Guatemala, adonde arriba la mayoría de hondureños y salvadoreños que viajan hacia el norte.