Oficialismo controla el barrio símbolo de la resistencia

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Amigos y estudiantes opositores al Presidente Daniel Ortega dieron el último adiós a Gerald Vásquez, asesinado durante el ataque de paramilitares.

Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, confirmó la muerte de tres personas: un policía, una mujer alcanzada por dos disparos y un tercer ciudadano que estaba en las barricadas.


La policía nacional de Nicaragua y las fuerzas paramilitares afines al gobierno recuperaron ayer el control del simbólico barrio de Monimbó, en la ciudad de Masaya, al sureste de la capital, el lugar que se había convertido en epicentro de la resistencia contra el Presidente Daniel Ortega.

Desde primera hora los grupos oficialistas empezaron a atacar a los opositores y por la tarde ya controlaban Monimbó, sitio del alzamiento contra Anastasio Somoza a fines de los 70 como parte de la revolución que lideró, entre otros, el actual Mandatario.

Los enfrentamientos duraron horas hasta que, por la tarde, los grupos progubernamentales divulgaron videos en los que se veía a hombres de civil con los rostros cubiertos disparando al aire sus rifles semiautomáticos y celebrando la recuperación de Monimbó.

Tres nuevos muertos

Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, confirmó la muerte de tres personas: un policía, una mujer alcanzada por dos disparos y un tercer ciudadano que estaba en las barricadas. Además, dijo que hay decenas de heridos que no pueden salir de Masaya porque los paramilitares mantienen sitiada la ciudad, por lo que urgió a que se habilitara un corredor humanitario.

Silvia, integrante del movimiento de resistencia 19 de Abril, intentaba ayudar a los heridos en una rústica clínica de emergencia. "Necesitamos que haga algo la OEA, las organizaciones internacionales que paren esta matanza... Estamos luchando por la democracia, por la libertad", dijo.

El nuncio apostólico Stanislaw Sommertag Waldemar, expresó la preocupación del Papa Francisco por la grave situación" que vive el país e hizo un llamamiento "a las conciencias de todos, para lograr una tregua y permitir un rápido regreso a las mesas del diálogo nacional".

Las fuerzas oficialistas querían recuperar el control de Masaya antes del jueves, cuando se cumplirán tres meses de inestabilidad y se conmemora el aniversario de la caída de Somoza en 1979 gracias a las fuerzas sandinistas. La vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, esposa de Ortega, incluso habló de "limpiar" Masaya y Monimbó de "golpistas... malignos, siniestros, diabólicos, satánicos y terroristas.

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