Tailandia cancela el estado de emergencia para calmar manifestaciones que piden una constitución más democrática y reformas a la monarquía

Activistas pro-democracia protestan frente a la Casa de Gobierno, en la oficina del Primer Ministro en Bangkok, Tailandia. 21 de octubre 2020. (AP Photo/Sakchai Lalit)

El miércoles fue el octavo día consecutivo de protestas de un movimiento iniciado en marzo en donde los manifestantes piden una constitución democrática. Las críticas implícitas a la corona han creado controversia en Tailandia, donde tradicionalmente se la considera como sagrada y un pilar de la identidad nacional.


El gobierno de Tailandia canceló el jueves el estado de emergencia declarado en Bangkok la semana pasada, después de que el asediado primer ministro sugiriera el gesto para calmar las enormes protestas lideradas por estudiantes que reclamaban reformas democráticas.

La derogación del decreto de emergencia se publicó en el boletín del estado, y entraba en vigencia al mediodía del jueves.

El primer ministro, Prayuth Chan-ocha apareció en la televisión nacional el miércoles por la noche para pedir a los manifestantes que redujeran la tensión política y prometió levantar la medida de emergencia.

Mientras tanto, los manifestantes marchaban junto a la Casa de Gobierno, donde está la oficina del primer ministro, para exigir su renuncia. También pidieron la liberación de sus compañeros detenidos por protestas anteriores.

Si sus demandas no se cumplían, señalaron, volverían a marchar en tres días.

Los inconformes quieren una constitución más democrática y reformas de la monarquía. Las críticas implícitas a la corona han creado controversia en Tailandia, donde tradicionalmente se la considera como sagrada y un pilar de la identidad nacional.

El miércoles hubo marchas en defensa de la monarquía en varias ciudades, en muchos casos lideradas por funcionarios locales. En una pequeña marcha en Bangkok se produjeron altercados entre manifestantes contrarios al gobierno y partidarios de la corona.

El miércoles era el octavo día consecutivo de protestas de un movimiento iniciado en marzo. Las protestas remitieron mientras Tailandia lidiaba con un brote de coronavirus y reaparecieron poco a poco en julio. En la última semana, las marchas se han extendido a otras provincias.

Las manifestaciones continuaron pese a la detención de muchos líderes y a que se declaró un estado de emergencia prohibiendo las aglomeraciones de más de cuatro personas.

En su discurso grabado, Prayuth pidió a sus compatriotas que resolvieran sus diferencias políticas en el Parlamento.

“La única vía a una solución duradera para todos los bandos que sea justa con los que están en las calles, así como con los muchos millones que deciden no salir a las calles, es hablar y resolver las diferencias a través del proceso parlamentario”, dijo, según una traducción oficial al inglés de sus declaraciones.

El gobierno aprobó el martes una petición para que el Parlamento aborde la crisis política en una sesión especial, del lunes al miércoles.

“Aunque puedo escuchar y reconocer las demandas de los manifestantes, no puedo dirigir el país basándome en exigencias de turbas o manifestantes”, dijo Prayuth.

Terminó sus declaraciones con una petición: “Respetemos la ley y la democracia parlamentaria, y dejemos que nuestras opiniones se presenten a través de nuestros representantes en el parlamento”.

El estado de emergencia se canceló mientras la Corte Civil de Bangkok se preparaba para fallar sobre mociones para revocar el decreto con el argumento de que había coartado ilegalmente el derecho de asamblea.

El líder del equipo del partido opositor Pheu Thai en el tribunal dijo el miércoles que no le impresionaba la decisión de Prayuth de retirar el estado de emergencia.

“En realidad lo hace para protegerse. ¿Por qué? Porque si no levantaba hoy el decreto de emergencia, y el tribunal ordenaba la protección temporal de los manifestantes, supondría que todas sus órdenes y anuncios relacionados con esto eran ilegales”, afirmó el legislador Cholanan Srikaew.

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