Tormenta Florence deja al menos 17 muertos

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Equipos de emergencia rescatan a un hombre de las inundaciones causadas por Florence, en Carolina del Norte. Foto: Reuters

"La tormenta nunca fue tan peligrosa como ahora", dijo en conferencia de prensa el gobernador de Carolina del norte, Roy Cooper.


La tormenta Florence anegó Carolina del Norte con nuevas lluvias torrenciales el domingo, dejando aislada a la ciudad de Wilmington, dañando decenas de miles de casas y amenazando con un empeoramiento de las inundaciones a medida que los ríos crecen hasta desbordar. El saldo de muertos ascendió a por lo menos 17 luego de que la tormenta alcanzara ese estado norteamericano con fuerza de huracán el viernes, causando precipitaciones récord.

Florence, que se debilitó a depresión tropical el domingo, descargó hasta 1.000 milímetros de lluvia en algunas zonas de Carolina del Norte, y seguía produciendo fuertes precipitaciones sobre gran parte de ese estado y en el este de Carolina del Sur, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH).

"La tormenta nunca fue tan peligrosa como ahora", dijo en conferencia de prensa el gobernador Roy Cooper. "Muchos ríos siguen subiendo y no se prevé que toquen su altura máxima hasta hoy más tarde o mañana", agregó.

Más de 900 personas fueron rescatadas en medio de crecientes inundaciones y 15.000 seguían en refugios en el estado, detalló Cooper.

El gobernador de Carolina del Sur lanzó una alerta similar, instando a todos los residentes de áreas proclives a inundaciones a que evacuen sus hogares.

"Esos ríos de Carolina del Norte que han recibido fuertes lluvias vienen hacia nosotros", dijo el gobernador Henry McMaster durante una conferencia de prensa. "Ni siquiera han comenzado (a crecer). Pero lo harán. Y la pregunta es cuán alto llegará el agua, y no lo sabemos", advirtió.

Las personas que evacuaron estaban ansiosas por regresar a casa pero las autoridades las instaron a mantenerse alejadas.

"Nuestros caminos están inundados, no hay acceso a Wilmington", dijo el presidente de la Comisión del Condado de New Hanover, Woody White, en conferencia de prensa. "Queremos que estén en sus casas pero no pueden venir todavía".

En Leland, una ciudad baja al norte de Wilmington, casas y negocios fueron tapados por el agua, que alcanzó un nivel de hasta 3 metros sobre la autopista 17 en lo que los vecinos llamaban una inundación sin precedentes. La policía y varios voluntarios, algunos de ellos llegados desde Texas, rescataron a vecinos aislados con botes.

Las gasolineras fueron abandonadas y los árboles caídos hacían que muchos caminos fueran intransitables. El zumbido de los generadores se podía escuchar en toda la ciudad, un sonido que no se espera que se atenúe pronto mientras los equipos trabajan para restablecer la energía.

Más de 641.000 viviendas y tiendas estaban sin energía en las dos Carolinas y los estados contiguos, una cifra que llegó a tocar un máximo de un millón.

Para el domingo a la noche, los vientos de Florence habían caído a 45 kilómetros por hora (kph), informó el CNH, con pronósticos de debilitamiento en las próximas 24 horas antes de volver a intensificarse como centro de baja presión extratropical.

El centro de la tormenta estaba unos 70 kilómetros al nornoreste de Greenville y se movía al norte a 17 kph, dijo el CNH.

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