Venezuela: entrega de ayuda termina en caos, violencia y sin deserción masiva de FF.AA.

Régimen de Maduro impidió el ingreso de ayuda, en una jornada con camiones quemados y al menos cuatro muertos. Guaidó, quien el lunes irá a cita del Grupo de Lima, esperaba el apoyo de militares, pero solo 61 desertaron. Caracas rompió relaciones con Bogotá.


Aunque Guaidó intentó transmitir el mensaje de que la ayuda efectivamente logró ingresar, las caras largas entre los dirigentes de oposición y líderes de la región se repetían en Cúcuta, en el lado colombiano de la frontera. Así, se abrió un escenario de dudas e incertidumbre, que no es precisamente la estrategia que pretendía concretar la oposición, algo muy distinto al clima que se vivió en el masivo concierto Venezuela Aid Live el viernes.

Mientras todo esto ocurría, la oposición insistió en que el "régimen usurpador" impidió la entrega de ayuda, mientras que Maduro -que militarizó y ordenó el cierre de la frontera el viernes en la noche- lanzó sus dardos contra el Presidente colombiano Iván Duque y rompió relaciones con Colombia. También retó a Guaidó a enfrentarse en las urnas. El presidente encargado dijo, por su parte, que pronto concretará elecciones anticipadas.

La idea de la oposición para el "23F" era que la ayuda fuera entregada por cuatro puntos: el puente Simón Bolívar, el puente Tienditas, el puente Internacional Francisco de Paula Santander y el puente Unión. En el plan original también estaba contemplada la frontera con Brasil, que Maduro decidió cerrar el jueves.

La estrategia consistía en que los camiones avanzaran lo más posible y luego se descargara la ayuda para pasarla manualmente a través de una cadena humana. Más de un millón de voluntarios se inscribieron para cooperar en esta tarea.

Colectivos armados

Así, cuando los camiones intentaron avanzar, fueron detenidos por las fuerzas chavistas. Hubo también enfrentamientos en Ureña, donde parte de sus habitantes exigió a los militares que dejaran pasar la ayuda. De acuerdo con el diario El País, la policía y la Guardia Nacional Bolivariana se vieron desbordadas, por lo que recurrieron a colectivos armados para reprimir con balas y gases lacrimógenos. Por la noche, el gobierno colombiano informó que ordenó el regreso de los camiones para evitar más disturbios. Además, Puerto Rico denunció que un barco que llevaba ayuda humanitaria recibió amenazas de fuego de parte de naves venezolanas.

Más temprano, en una conferencia junto a Sebastián Piñera, Iván Duque y Luis Almagro, Guaidó señaló que Maduro solo cuenta con el apoyo de colectivos armados y que fue el gobernante venezolano el que impidió el avance de los camiones. "Seguimos recibiendo el respaldo de la comunidad internacional, que ha podido ver, con sus propios ojos, cómo el régimen usurpador viola el protocolo de Ginebra, donde se dice claramente que destruir la ayuda humanitaria es un crimen de lesa humanidad", señaló Guaidó en Twitter.

La tensión se fue elevando con el transcurso de las horas, así como también la incertidumbre por el futuro inmediato de Guaidó, quien tenía prohibición de abandonar el país, aunque el viernes se hizo presente en Cúcuta. Anoche, tras una declaración junto a Duque y Almagro, afirmó: "Pronto regreso a Venezuela, hasta el lunes".

Ahí, además anunció que mañana participará en la reunión del Grupo de Lima en Bogotá, "con todos los cancilleres de la región y con el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, para discutir posibles acciones diplomáticas y posibles acciones para cooperar (...), en el marco y respeto de la Constitución".

Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, señaló a La Tercera que "no se puede evaluar el éxito o fracaso en función de si sacaste o no a Maduro el 23 de febrero. Eso no es lo que se estaba esperando. Pero sí estás ganando una batalla en la cual el gobierno tiene un perder-perder. Es una batalla en la que cualquier cosa beneficia a Guaidó".

León, uno de los analistas más influyentes de Venezuela, consideró que los hechos de los últimos días han ayudado a Guaidó a ganar terreno y dejar al gobierno cada vez más presionado, ya que "Maduro perdía si bloqueaba la ayuda, si sus acciones terminaban en violencia y también si la ayuda pasaba, porque es un reto a su poder en su propio territorio".

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