Yasmine Ouirhrane, activista nombrada Joven Europea de 2019: "Debemos hablar de una ciudadanía global y de desafíos comunes"

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La joven musulmana, impulsora de los derechos de inmigrantes y mujeres, habla con La Tercera sobre la lucha contra la desigualdad y la crisis chilena. "Hay mucha frustración", dice.


"Tenemos el desafío de enseñar sobre la ciudadanía global para superar los temores y fomentar la inclusión". Esa es la consigna de Yasmine Ouirhrane, una joven marroquí y musulmana de 24 años que ha hecho su vida entre Italia y Francia, lo que la llevó convertirse en una activista por los derechos de los inmigrantes y de las mujeres. Por esta razón fue galardonada como la Joven Europea de 2019. Hace unos días, participó en la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación (WISE 2019), organizada por la Fundación Qatar, donde habló sobre la necesidad de que los pueblos promuevan la solidaridad.

¿Desde cuándo has sido activista por los derechos de migrantes y mujeres? ¿Has visto avances?

Crecí en Italia, soy hija de inmigrantes y enfrenté muchos desafíos. Me mudé a Francia cuando tenía 15 años y comencé a trabajar con jóvenes de áreas vulnerables. He visto avances, pero por supuesto que todavía hay muchos desafíos. Por ejemplo, en materia de acceso a igualdad de oportunidades e igualdad de género a puestos de liderazgo y a carreras científicas y tecnológicas (STEM).

¿Ves otros lugares donde se necesite avanzar en más equidad?

Todo depende del contexto. Por ejemplo, con las mujeres de África tenemos desafíos en común, pero cada una tiene realidades diferentes. En África, el desafío para las mujeres es tener una alternativa a solo ser madres o esposas, o que se les otorguen derechos reproductivos y estudios. Pero diría que estos desafíos están cruzados por la educación, que permite resolver muchos problemas, ya que les da oportunidades a las niñas, evita que tengan matrimonios o embarazos a temprana edad y les da independencia económica.

Los migrantes construyeron Europa y EE.UU., está en su historia. ¿A qué atribuyes que hoy exista un rechazo moderno a los migrantes?

Diría que hay contextos distintos entre EE.UU. y Europa. Mientras el primero fue formado por inmigrantes, los países europeos se desarrollaron durante años gracias a sus colonias. Hay temor de que los inmigrantes quiten trabajos, pero ellos también son parte de la fuerza laboral. En el caso de mi realidad, hay que preguntarse qué significa ser europeo. ¿Es el color de la piel o son los valores? ¿Es una visión común de la solidaridad y la paz? Y creo que debemos poner más el foco en los valores que en las identidades y apariencias.

¿Qué propuestas hay en Europa para ayudar a los migrantes?

Hay que diferenciar a los hijos de inmigrantes, porque ellos tienen nacionalidad europea, pero luchan por ser incluidas y necesitan ser consideradas europeas, que no la discriminen por su color de piel o su condición socioeconómica. Y luego tenemos que ocuparnos de los propios inmigrantes, en especial los refugiados que van a Europa. Tenemos que asegurarnos que se garanticen sus derechos humanos y el derecho internacional.

¿Conoces los problemas migratorios de otros países del mundo?

En África hay mucha gente desplazada y es difícil integrarlas a las sociedades en los campos de refugiados. En Estados Unidos hay políticas agresivas contra la migración, pero la migración ha sido un fenómeno que ocurre desde siempre. Creo que es necesario que la gente entienda este fenómeno y acepte al otro.

¿La discriminación contra inmigrantes es al final una discriminación contra gente pobre?

Claro, primero, la discriminación es por el color de piel, pero también es por cuánto dinero tienes. Una persona que viene de un país desarrollado puede entrar a Europa de forma más fácil que otras personas. Esto también es por temas económicas.

En Chile este año ha habido protestas contra la desigualdad, ¿estás al tanto de eso?

Sí, he escuchado mucho sobre eso. Hay mucha frustración, no solo en Chile, sino que en muchos países, como Hong Kong y el Líbano. Debemos hablar de una ciudadanía global y de desafíos comunes. La desigualdad tiene contextos diferentes, pero los mismos elementos. Es importante promover la solidaridad y emplazar a los gobiernos, porque su rol es proteger a la población. Y hay que asegurarse de que la corrupción sea atendida, ya que permite que se instale la desconfianza de la ciudadanía hacia los gobiernos.

¿Cómo ves el surgimiento de movimientos nacionalistas, como el de Marine Le Pen, en Francia?

Es un síntoma de cómo nuestras sociedades están presenciando una crisis, y hay una parte que promueve divisiones globales. Hay que actuar de forma responsable y hacer un llamado a la paz, la unidad, la diversidad y el respeto.

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