Nuevo arzobispo de Santiago valora entrada en vigencia de Ley de Identidad de Género: "Para nosotros, lo básico y fundamental es la persona"

Celestino Aos, recién nombrado arzobispo de Santiago, entregó sus primeras palabras en su nuevo cargo clerical. "Solo Dios nuestro señor conoce el futuro. Me gustaría que fuera un tiempo de paz, de entendimiento, donde juntos todos pudiéramos mejorar nuestra convivencia y mejorar los errores así podemos ser mucho más felices", expresó de entrada.

"Como iglesia estamos abiertos para acoger a todos y cada uno de los fieles, no solo católicos, sino a todos los que pudieran necesitarnos", aseguró.

Una de las noticias que ha marcado la jornada es la entrada en vigencia de la Ley de Identidad de Género, que implica que desde hoy las personas pueden cambiar su nombre y sexo registral.

Consultado al respecto, Aós expresó que "es una pregunta técnica legal. No soy experto. Para nosotros, lo básico y fundamental es la persona y merece respeto no porque ha nacido hombre o mujer, sino porque es persona".

"Para la Iglesia está el valor de la vida, de la persona. De la identificación debiera preguntarle a los expertos. Yo no tengo la respuesta concreta".

Por otra parte, el nuevo arzobispo de Santiago fue requerido por el estallido social y las violaciones a los derechos humanos que han confirmado organismos internacionales. "El camino que nosotros queremos recorrer es el camino de la búsqueda de la verdad, porque con la verdad se hace justicia. Ese es nuestro predicamento. Estamos en ese proyecto y en ese programa. No tenemos otra cosa especial"

Por otra parte, fue preguntado por los casos de abusos sexuales en la Iglesia: "Cuando ha habido esa vulneración, tiene que actuar la justicia. Y la justicia, una de las condiciones que debe tener, es que debe ser en el momento oportuno. Para que sea justicia tiene que equilibrar y sopesar circunstancias. A veces uno quiere que se corra de prisa. Pero se tienen que hacer los procesos.

"Buscaremos la justicia, la ayuda a los denunciantes, a las personas que sufren. Porque no es sólo la víctima, sino que hay víctimas secundarias. Cuando ha sido vulnerado su derecho, se vulnera a la familia. Cuando hay un abuso, hay un delito, queda la comunidad herida", cerró.