Caso cónsules: la historia de uno de los indios que estudió en Chile

India
En la capital de India, Nueva Delhi, tenía oficinas el Multicultural Institute, contactado por migrantes que buscaban trasladarse a territorio chileno. Foto: AFP

El hombre viajó en 2016 para cursar un magíster en Turismo en la Universidad SEK. Hoy vive con su esposa en Santiago y espera la residencia definitiva en el país.


S.S. creció en Mumbai, India, tiene 37 años y hoy vive en otro continente y en otra cultura, muy distinta de la que lo vio nacer, en la capital de Chile. Hace unos días, este hombre se enteró de que su historia se integra a las de por lo menos 228 personas de nacionalidad india y nepalesa que, entre 2015 y 2017, tramitaron visas de estudiantes relacionadas con el caso de los dos cónsules chilenos que serán formalizados el próximo 11 de enero, en el 8º Juzgado de Garantía de Santiago, por asociación ilícita constituida para el tráfico de migrantes.

Tanto el cónsul en Córdoba (Argentina), Frank Sinclair, como el que se desempeñaba en Dublín (Irlanda), Gustavo Adolfo Cantuarias, estaban hasta ayer separados de sus funciones debido a un sumario interno de la Cancillería. Sinclair formaba parte de la sociedad denominada Multicultural Institute of Education Ltda., que funcionaba mientras Cantuarias era cónsul en Nueva Delhi (India). La entidad promocionaba en esa ciudad programas de educación superior en Chile. Según los folletos del sitio web mciworld.org -que no se encuentra disponible desde el miércoles pasado-, los cursos se desarrollaban en la Universidad SEK. El material mostraba imágenes y testimonios de indios y nepaleses que venían a estudiar a Chile.

S.S., quien pidió reserva de su identidad, viajó por primera vez a territorio chileno en 2016. Tiene estudios de bachiller en Tecnología, es vegetariano, profesa la religión sikh y actualmente se desempeña como programador informático en una compañía en Santiago. En su país estaba muy interesado en visitar y estudiar en Sudamérica, y en su búsqueda revisó antecedentes de universidades en Argentina, Chile y Brasil.

El experto en informática cuenta que en la capital de India, Nueva Delhi, estaba la sede de Multicultural Institute, la organización que hacía nexo con los programas de posgrado de la Universidad SEK en Chile, en el marco de un convenio educacional con Foundation of Education Programme for Asia and Latam, según detallan desde la casa de estudios. Además, afirman que a través de este programa se impartieron clases y se tituló, entre 2016 y 2017, a 78 extranjeros "que cumplieron con los requisitos académicos establecidos", precisan. Entre los cursos se contaban dos diplomados y un magíster, todos relacionados con el turismo y la gestión de negocios de este rubro en América Latina.

Como el curso cumplía con sus expectativas, S.S. decidió postular al programa de magíster que esta sede ofrecía en Santiago.

"En la capital de India, Nueva Delhi, hay un Multicultural Institute. Los contactamos y a través de ellos ordenamos nuestro proceso. Nos guiaron en cómo conseguir la visa, y después de la entrevista en los consulados de Nueva Delhi quedamos seleccionados y obtuvimos la visa de estudiante", relata el programador informático.

Pasaron cerca de tres meses y finalmente le llegó la carta de aprobación de la universidad, recuerda. Con ese documento concurrió a solicitar la visa al consulado en Nueva Delhi. Dos meses después, afirma, recibió la visa de estudiante, permiso con el que fue autorizado a residir y estudiar por dos años en Chile. En 2017 viajó a India y contrajo matrimonio con su novia, quien actualmente vive con él.

Las cifras que cobraba Multicultural Institute, según ha indagado la fiscalía, ascendían a entre US$ 6.800 y US$ 8.000. S.S. confirma este valor: "Sí, es cierto que pagamos mucho", ratifica.

Los tickets de avión corrieron por su cuenta. Abordó un vuelo de 36 horas con escala en Dubái y Sao Paulo, y al llegar a Chile se instaló con cinco de sus connacionales en un departamento cerca de la Plaza de Armas de Santiago.

Para él, "el máster en Chile fue muy agradable. En el estudio vimos el problema del lenguaje, porque no sabíamos cómo hablar español, y en Chile la gente habla muy rápido y era difícil entenderlos", rememora. Añade que con la ayuda de la universidad ahora puede comunicarse mejor.

Sobre sus compañeros, explica que solo estudiaron con él personas provenientes de India y Nepal. Calcula que hay otras 35 personas de este origen con las que compartió en clases y que siguen viviendo en Chile.

"Están todos separados. Algunos se movieron a Estados Unidos y otros, cuando terminaron sus estudios, volvieron a India. Y algunos de ellos se quedaron aquí", describe. Añade que dos de sus compañeras tuvieron hijos en Chile y el resto de los que permanecieron acá está disperso en las ciudades de Iquique, Santiago y Punta Arenas.

Actualmente, S.S. y su esposa tienen un blog y un canal de internet, que usan para promover Chile y hablar de migración.

El especialista informático está esperando la tramitación de su visa de residencia definitiva, que debería llegar este verano. "Me gusta Chile. Es único, totalmente diferente. No tenemos esta cultura en India. La gente es muy amable, y si tienes cualquier dificultad, siempre tratan de ayudarte y resolver tus problemas", resalta.

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