El 16 de octubre del año pasado, en medio de las investigaciones por el caso Convenios en la Araucanía, el diputado Mauricio Ojeda (IND-Republicano) entregó a la PDI su celular personal, marca Iphone versión 13. El problema es que el dispositivo estaba quebrado por lo que el fiscal de Alta Complejidad Carlos Cornejo lo envió al laboratorio criminalístico de la policía civil para que fuera periciado y poder determinar el nivel de daño del aparato.

El parlamentario tiene calidad de imputado en el denominado “caso Manicure” -en que se indaga el fraude de más de $700 millones desde el GORE de La Araucanía a la Fundación Folab-, debido a las intervenciones que hizo a favor de la ONG que hoy está en el blanco de la investigación por haber hecho mal uso de los recursos fiscales que habían sido asignados para cursos de capacitación en “spa” y otros tratamientos de belleza. Entonces su celular era clave para establecer sus vínculos con los hermanos Rinett y Juvenal Ortiz -representantes de la organización sin fines de lucro-, pero su nivel de daños estructurales impidió su acceso de forma expedita.

El hijo del diputado Mauricio Ojeda

La defensa aseguró que el hijo de 3 años del congresista, en medio de una “jugarreta”, había tomado y destruido el móvil. Sin embargo, las pericias posteriores detallan que no se trataría de un mero golpe. “Correspondía a un teléfono celular marca Apple, de colores negro y gris, con su respectiva batería, pantalla táctil quebrada y cámaras fotográficas integradas. El teléfono celular presentaba daños estructurales”, se sostiene en el examen realizado por expertos de la PDI.

Asimismo, se detalla en el documento, allegado a la Fiscalía que “la tarjeta electrónica principal del teléfono celular presentaba algunos daños estructurales, no pudiendo determinar si sus módulos que la componen se encontraban en buen estado de funcionamiento debido al daño general que presentaba el equipo”.

En las conclusiones finales, el peritaje asegura que “de las inspecciones efectuadas a la especie se determinó que el teléfono celular presentaba daños en su estructura, observándose que su pantalla táctil se encontraba quebrada y desprendida del cuerpo principal. Además, se establece que la tarjeta electrónica principal del teléfono celular presentaba algunos daños estructurales, no pudiendo determinar si sus módulos que la componen se encontraban en buen estado de funcionamiento debido al daño general que presentaba el equipo”.