Contrarreloj: las medidas posibles tras nueva jornada récord de contagios y fallecidos

Altas precoces en unidades críticas, aumentar la complejidad de otros servicios sanitarios y reforzar los traslados son alternativas analizadas por especialistas.


La carrera para evitar el colapso de la red integrada de salud sigue contra el tiempo. El ritmo de crecimiento de los nuevos contagios llegó ayer a un récord de 3.520 casos, la cifra más alta hasta la fecha. Y ese número vino acompañado, además, de 31 personas fallecidas (también el registro más elevado durante la crisis) y de un 84% de ocupación de las camas UCI a nivel nacional.

Y la brecha se acorta aún más en la Región Metropolitana. Según el último reporte de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, en la capital solo quedan 47 camas críticas desocupadas. De hecho, ayer se trasladaron cuatro pacientes con Covid-19 desde Santiago hacia Concepción.

Por eso, la autoridad sanitaria ha apurado el tranco y el lunes despachó una resolución que obliga a las clínicas a duplicar sus camas en cuatro semanas. “No es una pregunta, no es una sugerencia, es una orden. Si no hay cumplimiento efectivo tienen multa, fiscalización e intervención”, dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich (ver nota en página 3).

Pero esa medida podría incluso no ser suficiente. Voces como el jefe de Urgencia de la Clínica Indisa, Leonardo Ristori, ya han planteado que también se debería avanzar en otras posibilidades, como analizar el realizar altas de pacientes críticos “de forma precoz” para liberar cupos de las UCI.

La exsubsecretaria de Redes Asistenciales Gisela Alarcón agregó otra opción. A su juicio, se podría evaluar la posibilidad de aumentar la complejidad en hospitales de menor complejidad o incluso en los Servicios de Atención Primaria de Alta Resolutividad (SAR). “No es lo ideal, pues ellos entregan un servicio al territorio, pero ante un mayor incremento de demanda es importante contar con el máximo de instalaciones posibles para que se mantenga la atención oportuna”, planteó.

El Minsal está al tanto de que a medida que sigan aumentando los contagios, que en el país están dejando una carga viral de 27.563 casos activos, el panorama se complica. Ayer, sin embargo, la cartera sumó un nuevo hospital modular que se instalará en el Hospital Barros Luco, sumando 100 camas intermedias a la red.

Traslados en urgencias

Otra de las medidas que tomará el Minsal para hacer frente al colapso de la red es establecer un mecanismo más rápido de traslado de pacientes que están en las ambulancias esperando ser atendidos en alguna Urgencia cuando el servicio de destino esté saturado.

El anuncio lo hizo ayer el ministro Mañalich luego del colapso que se vivió en el Servicio de Urgencia del Hospital El Pino. El titular de Salud reconoció que episodios como ese se producen porque aún “falta perfeccionar la integración entre el mundo privado y público en una sola red”.

El director del Hospital El Pino, Patricio Vera, explicó que en ese recinto se generó una “aglomeración de ambulancias” debido a que los pacientes más graves que llegaron ocuparon toda la Unidad de Urgencia, por lo que no fue posible atender a las otras personas que estaban esperando en las ambulancias. Por eso, se buscó una solución interna y se las llevó “a un lugar que no es el habitual, a la Unidad de Emergencia Pediátrica”.

¿Cómo evitar ese colapso? “Cuando un servicio de urgencia se atocha, fundamentalmente ocurre porque no tiene dónde poner los pacientes que ya atendió. Son pacientes que requieren hospitalización y que tienen que tener una cama dentro del hospital para ser hospitalizados. Cuando eso no pasa, se quedan hospitalizados en la Urgencia hasta que se ocupa el último box de atención y ahí la Urgencia está completa”, indicó Vera. Según, el directivo para aliviar el flujo “lo único que hay que hacer es mover a los pacientes que están hospitalizados”. Eso, dice, se puede conseguir distribuyendo pacientes al interior del hospital, dándoles el alta o trasladándolos a través de la Unidad de Gestión Centralizada de Camas (UGCC).

Ulises González, urgenciólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, detalló que las urgencias para poder funcionar necesitan “flujo de pacientes”. En el recinto hospitalario donde trabaja, todos los días parten con siete de las 16 camas que tienen ocupadas. Por eso, dado el aumento de la demanda por consultas respiratorias, la saturación de la unidad es mucho más probable. “El traslado interhospitalario no es tan simple, es un proceso complejo y engorroso. Actualmente, si en la ambulancia hay un paciente que aún no ha sido evaluado por el médico del servicio, es muy poco probable que sea aceptado en otro recinto”, dijo González.

Ante estas complicaciones, ayer el subsecretario Arturo Zúñiga redactó la indicación que permitirá realizar de inmediato estos traslados en ambulancia cuando la Urgencia esté colapsada. “(El objetivo es que), efectivamente, a la ambulancia se le diga que no vaya al Hospital El Pino, por ejemplo, y que los lleven directo a la Clínica A, B o Z, donde hay cupos para atenderlo”, explicó Mañalich. El titular de Salud agregó que “si llega un paciente que en la ambulancia ya tiene mal aspecto, ¿va a esperar seis horas ahí? No, se va directamente a un hospital o clínica que pueda recibirlo para resolver el problema más rápido”.

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