Diócesis de Temuco y Aysén confirman suspensión de dos sacerdotes por abusos

"Habrá la máxima colaboración con ellos (Ministerio Público). Si son delitos penales, también se entregará información". Las palabras son del obispo Pedro Ossandón, el nuevo administrador apostólico de Valparaíso, y se refieren a exseminaristas de la zona, quienes denuncian eventuales abusos y encubrimientos en el período del prelado recién renunciado, Gonzalo Duarte.

Ossandón añadió que "hay que actuar con la mayor transparencia, verdad y comunión. Durante la semana me reuniré con el Tribunal Eclesiástico, quienes revisan los casos. Y estoy abierto a conversar con quienes han presentado denuncias".

El pasado miércoles, tras la realización de un seminario de abuso sexual a canonistas de las distintas diócesis del país, efectuado en la Universidad Católica, el enviado especial del Papa, Charles Scicluna, dijo que "el abuso de menores no es solo un delito canónico, sino también civil. Tenemos que colaborar con la justicia civil, porque el bien común de la Iglesia y de la sociedad se convergen en la tutela de los menores".

Ese día, la fiscalía efectuó dos históricos allanamientos, en las diócesis de Rancagua y Santiago. La acción buscaba incautar documentos sobre casos de abusos contra menores.

En Valparaíso actualmente hay un grupo de exseminaristas que está evaluando una demanda contra el ahora obispo emérito de la región (Duarte), y otros tres sacerdotes, por eventuales abusos y encubrimientos.

La Diócesis de Temuco, en tanto, emitió este lunes un comunicado donde se informó de las penas canónicas impuestas al sacerdote Pablo Walter Isler, por abuso sexual de menores. Sin embargo, también se comunicaron otros dos casos que hasta ahora no se conocían públicamente "por respeto y protección a las víctimas".

Uno de ellos es el del sacerdote Juan Carlos Mercado, quien presentó su renuncia al sacerdocio después de que se iniciara una investigación por denuncia de abuso sexual a menores, en 2013.

El otro es José Bastías, quien enfrenta "un proceso canónico por abusos sexuales a menores". Bastías se encuentra "suspendido temporalmente del ejercicio público del ministerio".

La noche de este lunes, en tanto, el Vicariato Apostólico de Aysén, tras una denuncia por presunto abuso sexual a una menor por parte del presbítero Porfirio Díaz Reyes, que habría ocurrido en la parroquia de Puerto Aysén, en 2002, declaró que "se inició una investigación canónica preliminar (...) como medida cautelar, el presbítero queda suspendido del ejercicio público de su ministerio sacerdotal".

Pasadas las 20.30 horas también se efectuó otra denuncia por abuso contra un religioso, en este caso de Villarrica. El trámite fue realizado por la madre de la víctima ante la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI. La mujer, funcionaria de una entidad eclesial, llegó hasta las dependencias de la policía civil por supuestos hechos en contra de uno de sus hijos, tras haber sido aconsejada por el enviado papal, Charles Scicluna.

Los casos de abuso sexual al interior de la Iglesia Católica también fueron tratados en la reunión de fiscales regionales que se realizó en la Fiscalía Nacional.

Allí, el consejo abordó cómo se realizará el enlace desde el Ministerio Público y el trabajo conjunto que se realizará con el Vaticano. Para esto, el ente persecutor acordó buscar la asesoría de un experto en Derecho Canónico que les permita abordar los casos que hasta ahora se agrupan en tres fiscalías regionales: la Metropolitana Sur (maristas), el Maule (dos casos) y O'Higgins (la llamada "cofradía" y el excanciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz).

En Santiago, en tanto, los enviados papales mantuvieron reuniones privadas con testigos y víctimas, entre ellos, un grupo de denunciantes de Valparaíso. Además, recibieron al Comité Permanente de la Conferencia Episcopal: Ricardo Ezzati, Santiago Silva, Juan Ignacio González, Cristián Contreras y Fernando Ramos.

La mañana de este martes, en tanto, Scicluna y Bertomeu dejarán el país, tras finalizar su visita pastoral.