"Este ha sido un proceso terrible para mí": Los motivos detrás de la salida de Alfonso Mohor de la presidencia Fech

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Ex presidente de la Fech, Alfonso Mohor. Foto: AgenciaUno

El estudiante señaló en una misiva que fue leída ante medios de prensa, parlamentarios y dirigentes de la federación que "a pesar de nuestras voluntades, es innegable que nuestra institución lamentablemente, no ha estado a la altura de los desafíos que se nos han ido presentando".


"Tenemos un enemigo poderoso afuera, que gobierna el país, que legisla para precarizar aún más a las y los estudiante y trabajadores de nuestro pueblo y frente a eso no podemos permitirnos continuar encapsulados en la inmovilidad que nos generan nuestras diferencias internas. Por respeto a la tradición histórica de esta institución y el rol que ha jugado durante 112 años en la defensa de los derechos sociales, no tenemos más que superar lo que nos afecta. Allá está el enemigo, recuperemos la Fech para enfrentarlo". 

Acompañado de distintos dirigentes estudiantiles y de parlamentarios frente amplistas, Alfonso Mohor oficializó su renuncia a la presidencia de la Fech, luego de la suspensión de la que fue afectado en junio pasado, tras acusaciones de encubrimiento en un caso de acoso laboral en el Centro de Estudiantes de Ingeniería, pero en el que finalmente se determinó había tenido un proceder negligente.

El primer párrafo es parte de una carta que el estudiante leyó ante los medios de prensa, de estudiantes y de los diputados Gabriel Boric y Gonzalo Winter, donde explica las motivaciones que tuvo para finalmente salir de la federación, y dar paso para que Karla Toro, militante de la Izquierda Autónoma, asumiera como líder de la institución.

En la misiva deja ver que además del proceso del que fue protagonista en los últimos meses, su salida tiene que ver con las dificultades de la federación para manejar los cambios sociales de este año: "Es importante reconocer que en este continuo proceso de movilización, las mismas herramientas que nos hemos dado para abordar este desafío se han ido agotando, de manera que a lo largo de este año hemos constatado cómo nuestras compañeras han excedido la organización tradicional y logrado levantar una movilización histórica que sienta críticas esenciales a las formas en las que nos relacionamos, a los privilegios de los hombres por sobre las mujeres".

"Pero a pesar de nuestras voluntades, es innegable que nuestra institución lamentablemente, no ha estado a la altura de los desafíos que se nos han ido presentando en ésta y otras materias, al hacer también oídos sordos a la cada vez más evidente baja participación y desafección de las y los estudiantes para con su federación, y que ha redundado en que año a año las elecciones de la misma se han convertido en un proceso cada vez más deslegitimado y menos convocante", agrega.

SUSPENSIÓN POR NEGLIGENCIA

El 15 de junio pasado, el pleno de la Fech decidió tras una votación suspender por tres meses a Mohor por la denuncia que pesó en su contra por el caso de una funcionaria del CEI que sufrió acoso laboral, mientras él ejercía como presidente de esa facultad.

Sobre esto, el dirigente mencionó en su carta que "hemos llegado a un punto crítico en las últimas semanas, donde la sociedad ha conocido de nosotros y nosotras por nuestros numerosos desaciertos en el proceso que significó mi suspensión por tres meses, producto de la negligencia en la que habría incurrido el año pasado".

"Este ha sido un proceso terrible para mí y para mi equipo, y hay costos humanos que hacen imposible continuar cumpliendo nuestras labores a cabalidad. No obstante, estoy convencido que a la postre superaremos los daños de manera colectiva, haciéndonos cargo todas y todos de los errores que hemos cometido y colocando nuestros esfuerzos en el tan imperioso proceso de refundación de la Fech, que permita reconstruir una de las organizaciones sociales más importantes de nuestro país", señaló.

"Es por ello que hoy doy un paso al costado como el primero de los gestos políticos necesarios para dar curso a la revisión de nuestras formas de relacionarnos y de hacer política, poniendo inequívocamente los intereses colectivos por sobre los individuales". 

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