Imputado por presunto espionaje en la Sofofa: "Me contrataron para buscar micrófonos, porque se les filtraba información hace más de un año"

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El excarabinero Rubén Zito Aros fue formalizado esta mañana por el delito de estafa frustrada.


Luego de más de dos años de investigación, el excarabinero Rubén Zito Aros fue formalizado por la Fiscalía Oriente por su presunta responsabilidad en la estafa a la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), pues el Ministerio Público sostiene que fue el expolicía quien instaló los micrófonos que fueron encontrados en la oficina de la presidencia de la asociación gremial.

Durante la audiencia de esta mañana, realizada en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, la fiscalía relató los hechos por los cuales Aros pasó de ser investigador privado a imputado: "El 12 de mayo de 2017 el imputado Rubén Zito Aros Oñate fue contactado telefónicamente por don Anfión Varela Peña, empleado de empresas Carozzi, a quien conocía previamente toda vez que le había ofrecido sus servicios como experto en seguridad, a fin que le realizara un barrido electrónico en las oficinas gerenciales de Carozzi ubicadas en la comuna de Nos".

El persecutor añadió que este barrido consiste en encontrar dispositivos electrónicos ocultos y que Aros "al percatarse de que existía cierta predisposición a creer que la seguridad de las comunicaciones se encontraba afectada en las dependencias de Carozzi, el imputado decidió aprovechar la oportunidad para generarse nuevos ingresos al ser contratado para nuevas revisiones y análisis de dispositivos encontrados".

De acuerdo a la formalización, para concretar su plan el expolicía acudió hasta un local de venta de artículos de espía para comprar micrófonos. El 14 de mayo Aros concurrió hasta las oficinas de Carozzi y según la fiscalía, tras no encontrar ningún dispositivo, instaló uno de los que compró y simuló haberlo detectado. Por esto cobró $ 2,5 millones.

Varela, quien también era consejero en la Sofofa, recomendó a Aros para que repitiera la labor en las oficinas del gremio, ubicado en la comuna de Las Condes. Según el Ministerio Público, en esta última oportunidad "las víctimas decidieron denunciar el supuesto espionaje a la fiscalía, con lo cual se descubrió el engaño maquinado por el imputado, razón por la cual no alcanzó a recibir el pago solicitado".

Aros, quien escuchó en silencio la formalización, dijo al finalizar la audiencia que "lo principal es que los micrófonos, yo no los puse".

Agregó que "a mí me buscaron, me contrataron solamente para hacer un barrido electrónico, buscar micrófonos, porque se les filtraba información hace más de un año. Fue lo que hice. En los momentos en que me entrevisté con las personas yo les dije que trabajaba solo, que el nombre Profasis era de fantasía, que eran con boletas de honorarios las cancelaciones, por persona natural".

El excarabineros señaló, además, que "nunca se me ha cancelado nada, así que no hay ningún tipo de perjuicio patrimonial y una vez que encontré los micrófonos, yo les dije que había que hacer lo que correspondía al protocolo, que es hacer la contrainteligencia: poner cámaras simuladas para detectar la persona que lo puso realmente. En un par de días se pudo haber conocido, pero ellos no lo quisieron hacer. Saquen ustedes sus conclusiones".

El Cuatro Tribunal de Garantía dio un plazo de investigación de 60 días y se fijó una nueva audiencia para discutir una suspensión condicional del procedimiento.

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