Las bandadas de jotes que complican a Chañaral

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Jotes en el borde costero de la comuna de Chañaral, Región de Atacama.

Residentes y municipio están alertas ante proliferación de estas aves, aparentemente producto de un vertedero.


La noche del martes, Paz Jiménez sacó a pasear a sus perros a la Plaza de Armas de Chañaral, comuna ubicada a 167 km de Copiapó, Región de Atacama. Sabía que por la mañana funcionarios municipales habían podado los árboles del lugar para, entre otras cosas, espantar a los numerosos jotes que desde hace unas semanas eligieron a esas famélicas arboledas como su lugar de descanso nocturno. "El problema es que tienen lleno de excremento esta zona de esparcimiento turístico", dice.

Una vez ahí, Paz se percató de que decenas de estas aves carroñeras no se fueron. Por el contrario, se amontonaron en las copas de algunas palmeras que mantuvieron sus ramas.

La problemática aviar ha sido denunciada en redes sociales. A muchos chañaralinos les llama la atención la gran cantidad de aves que llegan a la ciudad, ensuciando también el Paseo Costero.

En ese escenario, y luego de que la poda no resultara, también se evalúan algunas medidas para ahuyentar a estas aves, por ejemplo aplicar ultrasonido. Sin embargo, en el municipio explicaron que lo más práctico es levantar una "jotera" en el vertedero municipal, lugar consignado como el hábitat alimentario principal de esta especie. Es decir, estructuras para "cebarlos" y que no vayan a la ciudad a dormir.

Según el ecólogo marino de la Universidad de Antofagasta Juan Ávalos, "la proliferación de los jotes se debe al mal manejo de los residuos domiciliarios. El vertedero no está tapado y eso genera focos de alimentación. No es normal. Si hubiera un relleno sanitario no habrían tantos. En Chañaral hay mucha basura desperdigada y eso hace que aumente la población de estas aves".

Agrega que el cambio de morada de los jotes se debe también a la presencia de perros asilvestrados, que los ahuyentan desde los cerros aledaños al vertedero municipal. "Sin embargo, este aumento de aves no debería afectar el equilibrio ecológico; de hecho, son un aporte al ser carroñeras, pero como son tantas, están comiendo plásticos o cartones, y por eso están a mal traer, enfermas, con otro color y su cabeza no tan roja".

El SAG señala que el jote de cabeza colorada está protegido por la Ley de Caza (19.743) y está clasificado como "beneficioso para la actividad silvoagropecuaria". Está prohibida su caza o captura.

Consultada la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura, informó, a través de Conaf, que cuentan con los profesionales para revisar el manejo sanitario de los árboles, pero que hasta ahora no han sido requeridos.

Pero el aspecto y excrementos de los jotes no es el único problema. Desde el área de Servicios de CGE, empresa que distribuye la energía en la comuna, informaron que en 2017 hubo 15 eventos o fallas de suministro provocados por estos pájaros y que en lo que va de este año ya son tres los episodios. Reconocen que el tema es complejo, "sobre todo en lugares cerca de basurales, pero entendemos su aporte al medioambiente. Por eso los protegemos reforzando los cables de tensión y colocando púas para que no se posen".

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