Luis Mella Gajardo, alcalde de Quillota (DC): “El gran error en la estrategia fue privar de información a los municipios”

Luis Mella, alcalde de Quillota.

Esta comuna, de casi 100 mil personas, suma 127 contagios y elogios del gobierno. Su edil cuenta la receta: que desde el principio hizo “a la mala” un seguimiento de todos los casos positivos. Ahora, sin embargo, él se contagió y está en cuarentena.


La última semana, desde la autoridad sanitaria local hasta el ministro de Salud, Jaime Mañalich, destacaron la situación de Quillota y su trabajo en la contención de contagios, que por el momento llegan a 127, según el último Informe Epidemiológico regional.

Luis Mella (59), edil de esa comuna de 99 mil habitantes y ubicada al interior de la Región de Valparaíso, cuenta su “fórmula”: que desde el primer caso positivo logró identificar a esa persona y hacerle seguimiento. Así, asegura tener la trazabilidad del 70% de casos, lo que a su juicio les permite hoy ser la comuna número 30 (de 38 en la zona) en cuanto a tasa de contagios, con solo 10,9 casos por 100 mil habitantes.

Las ironías de la crisis, sin embargo, determinaron que la semana pasada diera positivo al PCR e iniciara la cuarentena. En su rol de médico, Mella cuenta cómo operó al filo de la ley con la información privada de los pacientes.

-¿Nunca sintió que faltó a la ética al ir a buscar a los casos positivos de su comuna?

-No, porque además el primer caso llegó desde la misma gente, así de cercanos somos los quillotanos. Le hicimos el seguimiento y logramos un hilo de contactos con los que vinieron. El gran error en la estrategia de Chile es haber privado de información directa a los municipios. Se habló de ilegalidad, pero hoy eso está autorizado.

-¿Cuántos casos positivos tienen identificados y localizados?

-Cerca del 70% y con trazabilidad. Si hubiese tenido acceso a exámenes desde un principio, sería todo mejor. Ahora nos disparamos de un día para otro. El seremi explicó que se están sumando PCR pendientes. O sea, tenemos contagiados nuevos, pero en realidad son los que vienen desde un tiempo.

-Esos 127 casos positivos no dejan de ser preocupantes...

-Tenemos una comuna de 99 mil habitantes y es la segunda más pobre de la región. Que hoy no estemos tan mal, puede cambiar de un día para otro. Tenemos dos fallecidos, según la Seremi, pero hay que agregar otro no anunciado.

-¿Qué otra atribución se tomó para prevenir contagios?

-Tuve que manejar una situación compleja en Petorca, con la construcción del hospital. Eran 800 trabajadores y cerca de 300 venían de Santiago. Yo hablé con la empresa, exigí testeos para todos y así se hizo. El dueño de la empresa les hizo test rápidos y PCR. Fuimos audaces, pero mañana nadie sabe.

-¿Tiene alguna idea de dónde pudo contagiarse usted?

-No sé cómo, puede haber sido con alguno de los muchos pacientes que he atendido en estos días.

-¿Y cómo se siente?

-Estoy bien. Solo decaído y con dolores musculares. En reposo y espero en dos semanas más seguir trabajando con mi gente.

-¿Lo contactaron alcaldes de su zona para copiar su política?

-Sí, hubo varios, vía formal. El alcalde (Jorge) Sharp, de Valparaíso, lideró el recurso de protección que firmamos varios y que finalmente se rechazó. Mi número de contagios es manejable, pero Valparaíso va en los 800 positivos; es un poco tarde o muy difícil lograr trazabilidad desde la salud primaria.

-¿Qué es lo que valora el ministro Mañalich de su gestión?

-Hicimos un equipo grande de salud y desde marzo ya teníamos consultorios separados, en pacientes respiratorios y no respiratorios. Levanté un equipo Covid-19 hasta con chofer para ir por los casos positivos. Creo que esa es la estrategia que valora el ministro.

-¿Y cómo se comporta Quillota?

-Hoy parece que mejor que antes, acatan las reglas, pero tuvimos que hacer públicas las multas por uso de mascarillas. Aun así, el comportamiento en Quillota no es muy distinto del de otras ciudades. También hacen fiestas los fines de semana, pero el comercio se ha portado bien, porque en general se respetan los horarios.

-Ahora abrirán una residencia sanitaria para personal de salud.

-Cuando el servicio de salud me pidió ayuda, yo ya tenía visto y cotizado el lugar. Definimos el sitio, lo paga el municipio ($ 30 millones) y el servicio de salud lleva el equipo médico, que incluye a todos los que trabajen en salud. También ellos definirán quiénes son los que debiesen ingresar.

-¿Cómo recibió la noticia que no podrá ir a la reelección?

-Cuando lo supe, me dio tristeza no poder seguir liderando este proyecto. Quien salga deberá creer en lo que hemos construido en 20 años.

-28 años, para ser precisos…

-Sí, entré a la política con 31 años, no hice mi especialidad de médico para dedicarme a esto y no me arrepiento. Igual, en la calle me dicen más doctor que alcalde.

-¿Por qué se niega a jubilar?

-La esencia es sintonizar, por eso es el divorcio de la gente con la política: falta sintonía. Da la impresión que los políticos no saben lo que le pasa a la gente. Yo sí me siento conectado, mi vida partidista (DC) nunca ha sido tan estrecha.

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