Mónica Zalaquett Said, ministra de la Mujer y la Equidad de Género: “Sería una señal potente que ningún partido lleve candidatos con condenas de violencia de género o pensión alimenticia”

También pide a todas las colectividades y movimientos que lleven un mínimo del 40% de candidatas mujeres en sus listas. “Se vienen siete elecciones y necesitamos hechos concretos, no sólo declaraciones”, dice.


En momentos en que los partidos políticos se encuentran armando -contra el tiempo- sus listas de candidatos para alcaldes, gobernadores y constituyentes, Mónica Zalaquett (58) emplaza a sus dirigentes a suscribir varios compromisos en favor de las mujeres.

“Este año tenemos siete elecciones y necesitamos hechos concretos, como que al designar a sus candidatos se fijen en que no tengan condenas de violencia de género o por el no pago de pensión alimenticia a sus hijos e hijas. Sólo vamos a ganar esto cuando todos den señales claras”, advierte la ministra, en vísperas de un año electoral donde, sin duda, las mujeres serán las protagonistas.

“Valoro mucho que la senadora (Marcela) Sabag ya impulsara un compromiso en su partido (Renovación Nacional) en esta línea. Sería una señal súper potente que el resto de las fuerzas políticas se sumaran”.

La ministra, quien milita en la UDI, anuncia que durante la primera quincena de enero “vamos a ingresar una ley de pensión alimenticia que se trabajó con organizaciones civiles, tribunales de familia, la Corte Suprema, la academia y parlamentarios y parlamentarias de todos los colores”.

Con la misma fuerza, Zalaquett llama a los partidos a incluir a muchas mujeres en sus listas, ojalá siguiendo el modelo “zebra” acordado para los postulantes a la asamblea constituyente.

“Vimos el cambio que hubo en el Parlamento desde que se incorporó la Ley de Cuotas. Hoy se discute una ley para concejales y cores que, lamentablemente, no estará para estas elecciones. Pero, más que leyes, lo importante es que los partidos entiendan que tienen que llevar, por lo menos, un 40 por ciento de mujeres en sus listas, porque está demostrado que son muy competitivas. Lo vimos en las recientes primarias, donde el porcentaje total de mujeres que llevaron de candidatas a alcaldesas fue del orden del 34% y ganaron su opción el 32% de ellas. En las primarias de gobernadores hubo un 16% de mujeres y las elegidas fueron el 14%. Es decir, hay una relación directa entre el número de candidatas que se lleva y el número de mujeres elegidas”.

¿A usted le gustaría ser candidata a la convención constituyente?

Será un espacio histórico, ya que la paridad permitirá establecer a nivel constitucional la equidad de género y con ello políticas que nos permitan superar las brechas, pero mi rol en este momento es estar acá en el ministerio.

El Senado de Argentina aprobó un proyecto que legaliza el aborto, lo que reactivó en Chile la presión política para una ley parecida, ¿cuál es su opinión?

Chile tuvo una discusión sobre este tema y resolvió legislar estableciendo causales para la interrupción del embarazo. Mi rol como ministra es respetar y hacer cumplir esa ley y es lo que ha ocurrido durante este gobierno.

Ministra, el caso de la joven de 22 años María Isabel Pávez, quien fue encontrada muerta en el departamento de su expareja, Igor González, volvió a impactar al país. Los femicidios continúan y parecen no tener solución...

Primero que nada, compartimos el dolor y la indignación de todos los chilenos y chilenas frente a los dos tremendos casos que tuvimos durante los días de Navidad, que fue el de María Isabel y el de Elsa. Pero hemos tenido el de Ámbar, Antonia... y tantas otras mujeres que deberían estar y no están. Tenemos la convicción, y yo estuve hace unas horas con la mamá y la hermana de María Isabel, y urge un compromiso de todos y todas para unir voluntades que siga empujando un cambio cultural que termine con la violencia hacia las mujeres. Hace unos días vino un grupo de organizaciones sociales de mujeres (a protestar) acá abajo del edificio del ministerio y yo las invité a pasar y estuvimos conversando... y asumí un compromiso con ellas: voy a armar una mesa, porque todas estas organizaciones sociales, con las que comparto el dolor y la indignación, tienen mucho que decir y aportar en este desafío que tenemos como sociedad. En este tema no podemos distinguir ni color político, ni partido, ni región, nada.

Zalaquett reconoce que la lucha para disminuir los femicidios y la violencia con las mujeres es cuesta arriba, pero también subraya que no hay que parar. “Cada día sumamos más instituciones a trabajar con nosotros, como ONU Mujeres, por ejemplo. Estamos capacitando a las policías, fiscales, pero los femicidios siguen”.

¿Qué más se podría hacer?

Hacer cambios estructurales, desde el inicio de la educación de nuestros niños y niñas, donde se les enseñe constantemente que tenemos que erradicar el machismo y esa especie de dominio que todavía muchos hombres sienten que tienen sobre las mujeres en nuestra sociedad. Por de pronto, hay un proyecto de ley que garantiza el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia que comenzó en el gobierno anterior y al que nosotros le pusimos suma urgencia.

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