Mujer y sus dos hijos pequeños sufren violenta encerrona en autopista en Santiago

Siendo amenazada con armas de fuego, la mujer tuvo que sacar rápidamente a sus dos hijos del vehículo, quedando en medio de la autopista con ambos en brazos.


Una violenta encerrona sufrió una madre y sus dos hijos en la autopista Los Libertadores al llegar a Vespucio, en la Región Metropolitana.

De acuerdo a un video difundido por redes sociales por un testigo que los socorrió, la mujer -Alica Rehakova, de nacionalidad eslovaca- conducía su vehículo la noche del sábado, cuando fue víctima de una encerrona realizada por 3 sujetos a rostro cubierto por mascarillas.

Siendo amenazada con armas de fuego, la mujer tuvo que sacar rápidamente a sus dos hijos de 6 y 8 años del vehículo, quedando en medio de la autopista con ambos en brazos.

A metros del lugar una persona en un furgón se detuvo para socorrerlos.

Tras el hecho, el vehículo fue encontrado en la comuna de Recoleta gracias a su GPS, aunque los antisociales siguen prófugos.

Según informó el mayor de la 6ª Comisaría de Carabineros de Recoleta, Héctor Muñoz, las víctimas “hicieron la denuncia a Carabineros en la Tenencia El Salto, quienes realizan las pericias para dar con los antisociales”.

Los hechos fueron puestos en conocimiento del Ministerio Público para que se inicie la investigación correspondiente.

Relato de la víctima

“Cuando estaba pasando por el paso sobre nivel, ahí estaba parado un auto y empezó a retroceder súper fuerte. Ya lo sabía, porque escuché mucho de estas encerronas, entonces me quería preocupar de entrar por dentro del auto para sacar a los niños, porque uno piensa solamente en los niños”, relató durante la mañana de este lunes Rehakova.

“Me sacaron con fuerza del auto, y obvio cuando uno ve el arma, es bien intimidante”, agregó la víctima en entrevista con 24 Horas, donde explicó que iba de regreso a su casa de un cumpleaños cuando fueron víctimas del asalto.

Sobre la denuncia que realizó ante Carabineros, comentó que en la comisaría le señalaron que en este tipo de delitos no había mucho que se pudiera hacer. “Me dijeron que siempre es la misma historia, no pasará nada, porque los delincuentes tienen 16 años y no les pasa nada”, explicó.

“Aquí somos siempre víctima nosotros, nos están robando libertad y felicidad (...) Llevo 12 años acá, tengo dos niños, estoy tratando de alivianar la situación. No sé qué consecuencias tendrá en ellos”.

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