Películas, frío y mails en la madrugada: delegados relatan cómo fue la custodia de los votos durante la noche

Personal de las Fuerzas Armadas, civiles y también delegados de los partidos políticos resguardaron los sufragios durante la madrugada en los distintos locales de votación a lo largo del país. "Hizo mucho frío, estaba abrigado. La sala que estaba habilitada estaba bajo techo. Teníamos acceso a café y una merienda que estaba autorizada. Aparte del frío, nada más, todo tranquilo”, cuenta un encargado nocturno a La Tercera.


Una histórica jornada electoral es la que se está desarrollando durante este fin de semana en nuestro país. Y una de las particularidades de estos comicios -donde se eligen constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales- es que se llevan a cabo en dos días: sábado y domingo.

De esta forma, los votos emitidos durante el sábado quedaron durante la noche en los locales de votación bajo la custodia de personal de las Fuerzas Armadas, civiles y también delegados de los partidos políticos.

Luis Wallas, de 50 años, fue el único civil que pasó la noche en la Escuela Juanita Fernández Solar, ubicada en Pudahuel, al resguardo de los votos de ese local. “Hizo mucho frío, estaba abrigado. La sala que estaba habilitada estaba bajo techo. Teníamos acceso a café y una merienda que estaba autorizada. Aparte del frío, nada más, todo tranquilo”, cuenta a La Tercera.

Según relata, llegó al colegio a las 18.30 tras reportarse previamente en la municipalidad para iniciar su labor. Tuvo que enviar fotos y mails con reportes cada cierto rato para dar cuenta de que las cajas estaban selladas, tal como las dejaron los vocales de mesa la tarde de sábado. En esa línea, dice que envió correos a las 00.00, a las 3.00, a las 5.00 y a las 7.00. Para pasar las horas dice que “aplicaba la función nomás, que fue lo que nos dijeron, de que no hubiera anomalías. De vez en cuando conversando con personal militar, que en realidad no habla mucho. El resto del tiempo enviando mails”.

Escuela Juanita Fernández Solar, en Pudahuel.

Agrega que no fue difícil pasar la noche en vela, ya que en su trabajo, orientado a la agricultura, también debe realizar turnos nocturnos. “Lo más difícil fue capear el frío”, afirmó.

José Patricio Ruiz (42) es apoderado de Republicanos. Es docente de educación superior y militante del partido. Por eso, fue uno de los voluntarios para pernoctar en uno de los locales de votación: escogió el Colegio Alicante del Sol, de Puente Alto, uno de los locales más grandes del país.

Partió su jornada el sábado temprano, solo con una pausa para almorzar. “Desde entonces no he parado”, dice. Relata que en el local de votación se habilitó una sala con acceso directo a donde estaban las urnas, “era un pasillo resguardado por militares, pero que podíamos ver”.

Dice que se quedó junto a dos apoderados de otros dos partidos (que no recuerda), pero que en rigor no durmió. Para sobrevivir la gélida noche, la receta fue “café, harta azúcar y un cuantioso pertrecho de sándiwches”, pero reconoce que lo más complejo fue el frío. “No sé qué temperatura había, pero calculo que unos 4 o 6 grados”.

Reconoce que se ofreció como voluntario de este proceso, porque “hay que aprovechar esta oportunidad novedosa (la votación en dos días) y necesitamos validarla”.

Estadio Monumental.

Aunque en otra parte del espectro político, Karen Cea, militante del Partido Comunista (PC) y de 40 años, también cuenta que se convirtió en apoderada del proceso electoral estimulada por su carácter de hito.

En su caso, cumplió tal función anoche en el Colegio Carmela Silva Donoso, de Ñuñoa. “Tengo la convicción de poder participar del proceso, de poder resguardar los votos y de hacer eso entre todos. La idea es colaborar, estas elecciones son muy importantes y queremos que lleguen a buen término. Nuestra misión un poco fue de veedores y de ministros de fe”.

Cea agrega que llegó al local de votación ayer por la mañana, ya que cumplía el rol de veedora general del proceso, pero a partir de la tarde empezó la etapa nocturna de vigilar los sufragios y el lugar, a la espera del proceso que se retomó esta mañana.

La idea era no dormir. Cuando se cerró el local, nadie podía entrar ni salir. Todos tenían buena disposición, con compañeros colaborando con calefactores, frazadas, con un computador viendo unas películas de dibujos animados en Netflix y cosas así. También había militares, pero ellos tenían un rol más serio y se acercaban a conversar de vez en cuando”, relata.

“Cuando se abrieron los locales, ahí estaban las urnas, debimos certificar que todo estaba bien, firmando un acta y un registro de quiénes se quedaron y quiénes cumplieron este rol”, culmina.

La televisión también dio cuenta de las horas de vigilia enfrentadas por distintos civiles del país en recintos de votación. En el Estadio Monumental, Simón y Claudia pasaron la noche al resguardo de las cajas con sufragios que fueron alojadas en un camarín del recinto. En relato con Canal 13, Simón contó que partió su turno a las 19.00 del sábado y su trabajo culminaría a eso de las 8.00 de hoy. En ello, pasó la noche con termos y ropas para abrigarse durante la fría noche capitalina. En cuanto a su labor, contó que tuvo que enviar fotos cada cierto tiempo de las cajas selladas a la persona delegada de ese local de votación ubicado en la comuna de Macul.

En cuanto a la coordinación con personal militar, Claudia dijo que “ellos resguardaron aparte, tenían sus propios turnos y nosotros también estábamos cuidando. Éramos varios los que estábamos ahí mismo rondando”, dijo por su parte Claudia.

En otra parte de la capital, en un local en La Florida, Cristóbal contó que el trabajo nocturno “estuvo intenso en el sentido de que había que estar pendiente y responsable de la obligación que se nos entregó, que era estar alerta en la custodia de los votos”.

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