Salud alista protocolo para regular fabricación de ventiladores en Chile

Equipo de medicina intensiva tendrá a su cargo verificar la viabilidad técnica de los prototipos que ya están en marcha. Gobierno desplegó estrategia para aumentar la dotación de los equipos en toda la red asistencial, pública y privada.


Los dichos del ministro de Salud, Jaime Mañalich, el pasado miércoles, generaron alarma: esa jornada solo quedaban 240 respiradores disponibles en la red asistencial pública. Ayer, el número descendió a 220, de los 1.229 que dispone el sistema. Y en ese contexto, la autoridad detalló la programación dispuesta para elevar la capacidad de estos equipos y totalizar 3.315 respiradores. Todo, para hacer frente a la pandemia del Covid-19 y el peak que se espera para finales de este mes.

El plan contempla la adquisición de estas maquinarias -que ya se realizó y traería durante este mes las primeras unidades al país-, además de la reconversión de equipos de anestesia en respiradores y la recopilación de unidades que están disponibles en centros médicos y de estética (ver infografía).

Con todo, Mañalich llamó a la calma: “Tener 220 ventiladores de respaldo es algo que prácticamente ninguna nación en el mundo tiene en este momento”, aseveró.

Según detalló el titular de Salud a La Tercera, este plan podría expandirse. Mañalich comenta que, en un programa a cargo de su par de Ciencias, el ministro Andrés Couve, se está probando la factibilidad de la fabricación nacional de ventiladores, en conjunto con emprendedores y empresas de diversos rubros.

“Han aparecido varios prototipos sin necesidad de pago de patente. En Chile hay algunas empresas privadas, y al menos un par públicas, que están interesadas en fabricar respiradores de acuerdo a esos planos. Dentro de los próximos días, se probará un prototipo”, revela Mañalich.

La tarea de “verificar” la factibilidad técnica de los prototipos que se escojan estará a cargo de médicos intensivistas e ingenieros.

“El grupo coordinador de medicina intensiva que está trabajando con nosotros, y que maneja todos los días respiradores, además de ingenieros, serían los encargados de evaluar, más que certificar. ¿Por qué? Porque la Ley de Fármacos II, que impone esta obligación de certificar equipos, está todavía en trámite en el Parlamento”, explica.

Sin embargo, el ministro es cauto en el anuncio. Y aunque Redes Asistenciales ya elabora un protocolo que normará un tipo de certificación, Mañalich explica que, primero, deberá develarse la interrogante si las empresas nacionales serán capaces de llegar a un prototipo que funcione: “Motivación hay, pero entre la motivación y que exista un aparato, es una distancia que hay que recorrer”.

Ampliar la capacidad

A las 10.00 de ayer, cerca de 100 personas se reunieron en una videoconferencia por Zoom. El objetivo era agrupar a todos los “equipos, empresas, universidades y desarrolladores que están trabajando en prototipos y/o fabricación de ventiladores mecánicos en Chile y Latinoamérica”. Así, innovadores, médicos e ingenieros compartieron sus experiencias para colaborar en la búsqueda de prototipos de ventiladores para fabricarlos a nivel local.

Quienes están al tanto de este trabajo comentan que actualmente hay cerca de cinco equipos que corren con ventaja en la revisión de los modelos que puedan funcionar en Chile.

Uno de ellos es el proyecto “Pandemic Ventilator Chile”, iniciado por el ingeniero Sebastián Espinosa y la periodista Teresita Quezada, que está siendo apoyado por la organización Desafío Levantemos Chile.

Esta iniciativa está siendo asesorada por el estudio de abogados Carey, y cuenta con el apoyo financiero de la Asociación Chilena de Energías Renovables y la empresa de plásticos Converplast. Actualmente están analizando cuáles son los prototipos más factibles de poder construirse en Chile, evaluando los materiales e insumos que se requerirían para su fabricación.

El médico intensivista Eduardo Kattan, que está colaborando en este proyecto, comenta que, de encontrar el prototipo que se ajuste a la realidad nacional, lo más probable es que el ventilador que se genere responda a ciertas necesidades ventilatorias específicas: “Puede que no sea el ventilador que ocupen los pacientes con Covid-19, pero sí puede destinarse para ciertos nichos. Como servir para transporte o utilizarlo de forma momentánea para pacientes que esperan mientras se desocupe un ventilador”.

El titular de Ciencias contactó a la comunidad de innovadores para generar redes de colaboración.

“Estamos trabajando en “Estamos trabajando en asegurar que cualquier iniciativa cumpla con los estándares que establece el Minsal y los mecanismos de producción de dispositivos médicos. Además, estamos coordinando diferentes soluciones de diseño y fabricación que provienen de universidades nacionales e internacionales, empresas y del mundo de la innovación local. Debemos pensar que estas iniciativas de innovación podrían ayudar también a otros países de América Latina que pasan por una situación muy difícil”, dice Couve.

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