Soportando -20° y a más de 3 mil metros de altura: Así es la vida de los carabineros de Toconce

A más de 100 kilómetros de Calama y a 3.350 metros sobre el nivel del mar está emplazado Toconce, una pequeña localidad de la Región de Antofagasta. Una localidad fronteriza, que está a sólo 40 kilómetros del límite con Bolivia, ubicada sobre una quebrada y que posee un río con el que comparte el nombre.

Es común que sus 28 habitantes deban enfrentar las inclemencias del tiempo, con temperaturas que pueden llegar a los 20° bajo cero, con nieve, lluvia y fuerte viento. Estas condiciones son las que deben enfrentar los efectivos que cumplen funciones en el Retén de Toconce, cuya labor principal es la vigilancia fronteriza.

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Los efectivos de Toconce. Foto: Carabineros.[/caption]

La gente que vive en la localidad, en su mayoría adultos mayores, cumple labores de agricultura. Solo durante los fines de semana, con la llegada de turistas que quieren conocer los Geiser del Tatio, la población flotante puede llegar a unas mil personas.

"Mantenemos una relación de confianza mutua con los integrantes de las localidades, respetando sus costumbres y tradiciones", dice el jefe del destacamento, suboficial mayor Edgardo Ortiz Rivera.

Ortiz durante 9 años se ha desempeñado como oficial de la localidad, cuenta que en los 24 kilómetros del límite político internacional (LPI) que existen con Bolivia, que es el espacio por donde es posible el tránsito de entrada y salida del país, "no existen pasos fronterizos habilitados, pero si hay sectores sensibles como son los pasos no habilitados, de Linzor y Panizo, los que pueden ser utilizados por contraventores a la ley de extranjería y drogas (burreros generalmente) para tratar de ingresar drogas al país desde Bolivia".

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Funcionarios compartiendo con la comunidad. Foto: Carabineros.[/caption]

Por eso los carabineros que cumplen funciones en el retén también visitan las localidades aledañanas de Caspana, Cupo, Paniri, Turi y Ayquina. Además de realizar variadas fiscalizaciones vehículares con el fin de evitar que vehículos robados sean sacados del país, así como también evitar el ingreso de drogas.

Periódicamente acuden hasta los hitos 76 y 77, a 5.068 metros obre el mar para cumplir su labor. "Con nevazón no hay acceso, el vehículo no llega al hito y hay que caminar. ¿Y cuánto demora la caminata? Tres horas desde el lugar hasta el que llega el vehículo", responde el jefe de destacamento.

De esta manera pasan sus días los efectivos de Toconce. Compartiendo con las comunidades, realizando constantes patrullajes y soportando bajas temperaturas. Por eso el compañerismo entre ellos es vital para soportar las duras jornadas a las que están expuestos. Una labor fronteriza necesaria y que los Carabineros realizan con pasión y compromiso.

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Los funcionarios del retén suelen recorrer pueblos cercanos a Toconce. Foto: Carabineros.[/caption]