Tres claves para entender el caso haitiano

Imagen-Haitianos518
Ciudadanos haitianos en el aeropuerto de Santiago, en agosto pasado. Foto: Juan Farías


1. El diagnóstico

El fenómeno migratorio en Chile ha tenido a los haitianos como inesperados protagonistas, logrando cifras de ingresos similares a las de peruanos y bolivianos, que tradicionalmente lideraron las estadísticas de extranjería. En 2017, se registró la llegada al país de 111 mil ciudadanos de ese país, más del doble de los contabilizados en 2016 y 20 veces superior a los dos mil ingresos ocurridos en 2013.

Y si bien en 2017, los venezolanos, con 164 mil arribos (78.105 más que en 2016), fue la migración que más creció, la preocupación se ha puesto en el caso de los haitianos. Y si bien este debate se ha visto enrarecido por preocupantes insinuaciones xenófobas, los cuestionamientos más serios apuntan a la sospecha de que el interés comercial de terceros, motivado por la venta de pasajes y falsos contratos de trabajos, está incentivando el válido derecho de los caribeños a viajar miles de kilómetros en busca de mejores condiciones laborales en nuestro país.

2. La sospecha

El año pasado el gobierno presentó una querella contra "quienes resulten responsable" por tráfico de personas, y en su argumentación apuntó al caso de la aerolínea Latin American Wings (LAW), que desde 2016 opera en Chile. En 122 vuelos de esta línea ingresaron 13.924 haitianos en calidad de turistas y sólo retornaron a su país 200.

En 2017 en promedio nueve mil haitianos ingresaron mensualmente por el aeropuerto Arturo Merino Benítez. En lo que va de este año, dicho ritmo se duplicó para llegar a 14 mil, situación que parece haber alertado a las autoridades. En el mismo periodo, la PDI negó el ingreso de más de 900 ciudadanos caribeños, argumentando "documentación falsa", ya sea por reservas hoteleras inexistentes o fechas no coincidentes con el viaje. La medida tuvo como consecuencia, que LAW suspendiera temporalmente sus servicios entre Puerto Príncipe y Santiago.

3. La deuda

La falta de una legislación moderna (la actual rige desde 1975 y es la más antigua del continente), es una deuda que Bachelet intentó saldar con la presentación de un proyecto de Ley de Migración que tropezó rápidamente en el Congreso, producto de su rechazo entre los diputados. La tarea queda así en manos del nuevo gobierno, que ya esbozó la intención de exigir una visa especial para los ciudadanos de Haití, desatando críticas por trato discriminatorio. La situación migratoria es un tema que hay que resolver con urgencia, sobre todo en favor de quienes han decidido llegar a esta tierra encantados por el llamado "sueño chileno".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.