Uno de cada cuatro adultos tiene la tiroides alterada

Gente tema impuntuales

No están claras las razones, pero el alto consumo de yodo a través de la sal podría ser una de ellas.


Otra cifra que llama la atención de especialistas es el alto número de personas con patologías de tiroides.

En la ENS 2016-2017 se midió el nivel de TSH en sangre (hormona estimulante de tiroides). Quienes tuvieron este nivel bajo lo normal, se consideran sospechosos de hipotiroidismo.

La endocrinóloga de la U. Católica Lorena Mosso dice que las cifras de la última ENS son muy altas. El 18,6% de la población es sospechosa de hipotiroidismo, sin diferencias entre hombres y mujeres y con mayor prevalencia entre los 45-64 años (27,2%) y 65 años y más (29,2%). "Es muy alto. A nivel internacional, la prevalencia de hipotiroidismo no debería ser más de 3% de sospecha. A este 18,6% hay que sumarle las personas que tienen hipotiroidismo genuino (con TSH y T4 alterado), más los que tienen antecedentes o diagnóstico previo (3%) y que son entre 4% y 5% más de personas. Al final, tenemos que cerca del 25% de los adultos tiene alguna disfunción tiroidea", dice la especialista.

Las razones no están claras. "Existe una relación entre obesidad e hipotiroidismo, hoy Chile tiene más obesos y esta enfermedad afecta la tiroides", dice Mosso.

Otras dos explicaciones son la alta yodación en el país (por el yodo que se le agrega a la sal) y el alto consumo de sal. "Hace años, se requería un mayor consumo de yodo y se agregó a la sal. Pero hoy consumimos el doble de sal, porque agregamos más a las comidas y además consumimos muchos alimentos que ya traen. Además, hay diferencia de carga de yodo dependiendo de dónde crezcan los vegetales, dónde se alimentan los animales, el tipo de suelo, la calidad de las aguas. Hay diferencias también a nivel nacional", señala.

Según datos de Minsal, en El Maule, por ejemplo, la sospecha de hipotiroidismo alcanza al 30% de la población, mientras en Tarapacá es 20%.

Mosso descarta que el problema sea por un tema de raza. "Hay que revisar las políticas de yodación. No tenemos el mismo país que en los 60. La fortificación con yodo es necesaria, pero hay que ajustarla a los nuevos parámetros".

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