#VíaInclusiva: Crónica de un entrenamiento de Futsal de Sordos con miras al Sudamericano

La Selección de la Asociación de Sordos de Chile (Asoch) se alista para el torneo que se desarrollará en noviembre en Belo Horizonte. Eso sí, y como es la tónica en el deporte chileno, falta apoyo económico. Conoce la historia.


Afuera hay tensión. A sólo un par de cuadras, en la calle ñuñoína Ignacio Carrera Pinto, un bus del Transantiago arde por el ataque de un grupo de encapuchados, y los bomberos y carabineros hacen sonar sus sirenas. Incluso sobrevuela un helicóptero policial. Pero adentro, en una cancha de futbolito que parece estar en el patio de una casa que tiene como dirección José Pedro Alessandri 1251, sólo se respira deporte. Los protagonistas son jóvenes y adultos que han decidido ocupar un viernes a las 20:00 horas, ad portas de un fin de semana, para dejar de lado el descanso y someterse a un exigente entrenamiento que tiene como objetivo el campeonato sudamericano de Futsal de Sordos, que se disputará en Belo Horizonte, Brasil, en noviembre próximo.

Este campeonato en Brasil tendrá dos representantes chilenos. El otro equipo es de Concepción. El que protagoniza esta crónica es la Selección de Futsal de Sordos de la Asociación de Sordos de Chile (Asoch), que entrena en una bien cuidada cancha de pasto sintético, que está rodeada de rejas que impiden que la pelota caiga en algún patio vecino, que tiene una corrida de graderías bastante firmes y acogedoras, y con una eficiente iluminación artificial. Sin embargo, y en lo estrictamente deportivo, esta misma cancha es un problema: el Futsal de Sordos se juega sobre parquet, y esta Selección no ha podido conseguir una para entrenar.

De esto último me entero gracias a Alexis Estibil, director de la fundación Esilense (perteneciente a Asoch) que las oficia como el entrenador de esta Selección. Pero aquel no es el único inconveniente deportivo, pues tampoco hay árbitros: en el Futsal de Sordos los jueces ocupan banderas en lugar del silbato, y requieren una capacitación especial.

La tercera dificultad es económica.

CON LA PELOTITA

En la grada hay siete personas. Cinco son familiares, parejas y amigos de los jugadores, quienes dialogan con los deportistas mediante la Lengua de Señas Chilena (LSCh); y los dos restantes somos mi polola y yo, quienes sólo miramos las gesticulaciones y advertimos las más universales del fútbol: el gesto de cambio, la celebración de un gol, el reclamo del arquero por dejar patear de lejos al delantero rival, e incluso la burla del tipo "me los paseo" que realizó alguna vez Francisco Prieto a la barra de Universidad de Chile, en un clásico que se jugó en el Estadio Monumental.

Dentro del terreno sintético, el perfil de los jugadores es variado pues hay jóvenes, sobre los 40 años, y también extranjeros: son tres venezolanos que marcan evidentes diferencias físicas y deportivas, ya que en ese país el Futsal de Sordos se entrena con mucha mayor intensidad y las competencias son más exigentes. Y si logran obtener la ciudadanía chilena, podrán viajar al Sudamericano en Brasil.

Los chilenos, en todo caso, no son "troncos" ni mucho menos. Por ejemplo el "Equipo A" tiene un defensa de correcta salida con el balón y mucha habilidad con la pelota en los pies. Eso sí, hay varios que lucen algunos kilos demás.

La convivencia es buena, a pesar de que los equipos están separados. Con miras a la preparación al Sudamericano, el cuerpo técnico ha determinado la formación de un "Equipo A" y un "Equipo B". El que viajará a Brasil es el "Equipo A", aunque la lista no está cerrada. Según me explicó Alexis, hay "8 ó 9" jugadores fijos en la nómina, y del "Equipo B" hay "3 ó 4" futbolistas con opciones de ser convocados en la lista definitiva.

Hasta que llega el momento del partido de entrenamiento. El "Equipo A" utiliza peto amarillo y el "B" ocupa el naranjo. A la orilla, Alexis entrega las instrucciones a los del "A", y lo mismo hace el DT del "B". Ambos, además, actúan como árbitros: como no hay silbato, ellos deben entrar con la mano en alto para interrumpir el juego cuando se produce algún cobro. En todo caso, el juego es limpio, fluido y con pocos foules.

El resultado final fue un agónico 7-6 para el "Equipo A", a pesar de que estuvo perdiendo durante varios pasajes del compromiso.

AYUDA

"El nivel acá no es tanto como profesional, es diferente. Nuestro objetivo es ir por una Copa (en el Sudamericano de Brasil), pero lo más importante es jugar bien, estar bien enfocados", expresa al finalizar el partido Manuel Armas, uno de los venezolanos que estuvo dentro de la cancha. Sin embargo, el propósito de conseguir un logro importante en Belo Horizonte choca con la realidad de muchos deportistas chilenos: el financiamiento.

Según me explica Alexis, se requieren $7 millones para poder viajar pero la cuenta va en $3 millones, menos de la mitad de lo que se necesita.

Hasta el momento, los jugadores han pagado sagradas cuotas mensuales, y en julio recién pasado organizaron un bingo con almuerzo para reunir dinero. El 1 de septiembre próximo se realizará un Pub Show.

En paralelo, se han redactado cartas a las municipalidades de donde provienen los jugadores, pero estas no han tenido los frutos esperados hasta el momento. "Necesitamos que se contacten con nosotros", dice Alexis. Y ello puede hacerse a través del Facebook de la Asociación de Sordos de Chile.

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