A 20 años de "Super Mario Bros", recuerda las siete peores películas basadas en videojuegos

La lista de producciones es interminable y cuenta con varios clásicos que a pesar de sus buenas intenciones, sólo terminaron siendo un insulto y una decepción para los amantes de los videojuegos.




No sólo los videojuegos basados en películas suelen ser un fiasco. A veces los grandes presupuestos, nombres de actores famosos, pirotecnia o efectos especiales no alcanzan y por mucho que exista una gran idea tras un título exitoso, el sólo hecho de "reinterpretar" de forma arbitraria un universo conocido y a veces amado por los fanáticos, puede destrozar cualquier buena intención. Pero, ¿dar en el gusto de los gamers es tan difícil?, no, teniendo en cuenta que a estas alturas sólo se contentan con que la película tenga un par de alusiones correctas al juego para sentirse satisfechos.

Es así como la primera película basada en un videojuego cumple dos décadas. Incomprendida, tildada de futurista y oscura, hasta hoy "Super Mario Bros" se mantiene en el primer puesto de las producciones basadas en algún título para consolas. Y aunque en el cuadro de honor quedaron sólo siete, no está de más recordar a Hitman, Wing Commander, La Leyenda de Chun-Li, The King of Fighters, Tomb Raider, Dead or Alive, Silent Hill, Max Payne, Final Fantasy: The Spirits Within, o la multitud de versiones de Resident Evil. Películas más o películas menos, hay un consenso relativo a siete producciones que presentamos a continuación.

Super Mario Bros (1993)

La primera, y posiblemente peor película basada en un videojuego. El nivel de expectación generado en su tiempo sólo fue sobrepasado por la despiadada crítica de los especialistas y los fanáticos, que no dudaron en tildarla de errática e incoherente. Quizá adelantada a su tiempo, futurista y oscura, la película fue una reinterpretación directa y abierta de un universo que hasta hoy encanta a muchos, pero que lamentablemente incurrió en muchas inexactitudes y distorsiones de la historia que conocemos. Hizo perder más de 40 millones de dólares.

Street Fighter (1994)

La idea parecía infalible: Reunir a Raúl Juliá, Jean Claude Van Damme y Kyle Minogue en una épica batalla por salvar al mundo, tomando como base a los personajes de una de las sagas de pelea más populares de los videojuegos. ¿Qué salió mal? Los personajes no se ajustaban a la trama del juego, las peleas resultaban poco realistas y el argumento no tenía ningún peso. Una vez más, la crítica se mostró implacable y los gamers salieron defraudados de los cines. La película quedaría como un triste tributo a la memoria de Juliá, quien fallecería un año después.

Double Dragon (1994)

Un año privilegiado para los amantes de los videojuegos y el cine, con un clásico de los arcades que llegó a las pantallas con una adaptación sin sentido y muy alejada del original. Como es habitual, muchas artes marciales y actuaciones deplorables, que prometió mucho pero que no dejó contento a nadie. Un fracaso que de los nada despreciables 16 millones de dólares de presupuesto, sólo consiguió dos millones y medio.

Mortal Kombat (1995)

El siguiente año sería el de la revancha, o por lo menos esa era la intención. Protagonizada entre otros, por Christopher Lambert, la película tenía de todo. Un universo llamativo, personajes icónicos, sangre, peleas de artes marciales y algunas chicas guapas, pero fundamentalmente su trama alejada del original, las poco entusiastas escenas de acción y la escasez de "fatalities" terminaron por entregar una película decepcionante, pero a la larga entretenida para quienes no estaban familiarizados con el juego, logrando un beneficio de 100 millones de dólares. De esta forma obtuvo dos secuelas y se prepara una nueva para 2014, con un reinicio de la saga.

Doom (2005)

El anuncio de uno de los juegos más conocidos de disparos en primera persona no dejó indiferente a nadie, más aún si su protagonista era The Rock, la estrella de lucha libre de la WWE. En el juego, los demonios venían del infierno, pero acá tenemos como enemigos a una especie de alienígenas/zombies portadores de un virus. La crítica dijo de ella que "las secuencias de acción son imposibles de seguir, la iluminación es pésima y la violencia gratuita". El único punto rescatable es el final al estilo FPS, quizá lo único parecido al juego, además del nombre. Hizo perder "sólo" 4 millones de dólares. Decepcionante.

House of the Dead (2003)

Un videojuego entretenido, de buenos gráficos, simple y sin muchas ambiciones, desarrollado por Sega a fines de los 90 y que muchos conocieron por los arcades del centro de Santiago. Nuevamente, la lejanía de la trama central con respecto al videojuego se hizo notar y las críticas del sector especializado se centraban en comentarios como "sucio, desordenado, sin sentido y con desnudos gratuitos". Sin embargo, muchos desestimaron esta impresión, afirmando que para un título clase-B de presupuesto limitado y actores desconocidos el trabajo resultó ser "decente", que logró recaudar 14 millones de dólares con un presupuesto de U$12 millones. Los dardos van dirigidos a Uwe Boll, director alemán que además ha realizado películas como Far Cry, BloodRayne o Alone in the Dark, y que ha manifestado abiertamente su intención de llevar a la pantalla grande videojuegos clásicos como World of Warcraft y Metal Gear Solid.

Tekken (2010)

Finalizamos con uno de los fiascos más grotescos para los aficionados a los videojuegos de pelea. Tekken no sólo decepcionó con el espíritu y la historia del juego, sino que lo transformó en un gran desfile de cosplay para sus personajes. En este caso, para tratarse de un título basado en artes marciales, las coreografías de patadas y golpes no fueron todo lo espectacular que se esperaba. Viendo venir la desgracia, Katsuhiro Harada, director del videojuego, se distanció y se declaró "sin interés" en ella.

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