Argentina celebra: Messi está de regreso

Al astro del Barcelona le bastó media hora para anotar un triplete y cerrar la victoria de Argentina. La Albiceleste venció por 5-0 a un duro Panamá, que perdió a cuatro jugadores para el duelo contra Chile.




Lionel Messi no necesitó salir desde el arranque. Le bastaron apenas 29 minutos para liderar el triunfo de una Argentina que tampoco pasó mucho susto. El equipo del Tata Martino, de la mano de su ídolo, respondió a su cartel, goleó por 5-0 a Panamá y se transformó en el cuarto  equipo clasificado a los cuartos de final de la Copa América, tras Colombia, México y Venezuela. Y todo con la Pulga actuando un tercio del partido, suficientes para decirle al mundo "aquí estoy yo". También le dio una mano a Chile, que depende de sí mismo para avanzar de ronda. Con la diferencia de gol, incluso un empate en el duelo final ante los Canaleros mete a la Roja en la próxima fase.

No fue fácil para los trasandinos. Al menos no el primer tiempo. Anoche, en Chicago, los caribeños fueron un equipo valiente hasta la aparición de Messi. No les importaron los pergaminos de los 11 jugadores que tenían al frente. Menos los millones de dólares de diferencia en las valoraciones de uno y otro plantel. Con un libreto bien aprendido. El tempranero gol de Nicolás Otamendi pareció una casualidad por el trámite de la primera fracción. Porque el contendor que en el papel era el más débil se paró de igual a igual ante el gigante sudamericano. No le tuvo miedo y con sus armas logró inquietar a la zaga albiceleste.

El equipo de la Concacaf, eso sí, pagó caro el error de Aníbal Godoy. Demasiado. Porque hasta la expulsión del volante parecía que tenía cómo conseguir la igualdad. El hombre menos, poco después de la media hora de juego, lo obligó a redoblar esfuerzos y, lo más grave, lo dejó sin el jugador que hacía de barómetro en la mitad de la cancha. Era la aduana entre defensa y ataque.

Él fue el primero de tres que, por suspensión, se quedarán al margen del último duelo, ante la Roja el próximo martes. Los otros, las tres grandes figuras de Panamá: Blas Pérez, Felipe Balloy y Armando Cooper. Tampoco estará Valentín Pimentel, quien sufrió una fractura de cadera en el Soldier Field. Bajas muy sensibles para un equipo al que sólo le sirve la victoria frente a Chile para clasificar a la segunda fase.

El complemento fue un monólogo en términos de posesión. Sin profundidad por parte de Argentina, pero sin prestarle la pelota al rival, que sólo se aproximó, sin mucho peligro, a través del contragolpe.

Eso hasta la media hora final, cuando Martino mandó a la cancha a Messi, quien se había perdido el estreno por su dolencia en la espalda. Sus compañeros sintieron la inyección de energía que supone tener de vuelta al mejor jugador del mundo. Y se fueron adelante a buscar otro gol y demostrar que son candidatos. Y quién más que Messi, quien necesitó de apenas 27 minutos para marcar tres goles, el segundo de gran factura tras un brillante tiro libre. También habilitó a Agüero en el último. Triundo que da  tranquilidad y que le anuncian a todo el continente que la Pulga está de vuelta para liderar a la Albiceleste.

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