Daniel Dias, el Michael Phelps paralímpico que se llevó todo

El nadador brasileño, ganador de las seis pruebas individuales donde compitió en Londres 2012, alcanzó catorce medallas sumando los Paralímpicos de Beijing 2008.




Con sus nueve medallas en Beijing se ganó el apodo de Michael Phelps paralímpico, pero en Londres el brasileño Daniel Dias ratificó este sobrenombre contando por oros las pruebas individuales en las que ha participado: seis disciplinas, seis victorias y cinco récords del mundo.

Del mismo modo que el nadador estadounidense hizo en la capital china, donde consiguió ocho medallas de oro, Daniel Dias se subió a lo más alto del podio en las seis pruebas individuales en las que compitió y solo le faltó hacerlo también en los relevos, en los que Brasil falló, para repetir la gesta del tiburón de Baltimore.

No conforme con ser el más rápido cada vez que se lanzaba a la piscina, el nadador brasileño también pulverizó hasta cinco récords del mundo y, en la única categoría en que no lo hizo, los 200 metros estilo libre, registró el tiempo más rápido en unos Juegos Paralímpicos.

"Ha sido muy difícil pero estoy muy emocionado. Todo el trabajo realizado queda recompensado y es fantástico. A lo largo de mi vida he pasado muchas dificultades pero ahora todo eso queda superado y como parte del pasado", aseguró Dias aun con lágrimas en los ojos y voz temblorosa después de lograr la gesta.

Daniel Dias nació el 24 de mayo de 1988 en la ciudad de Campinas (al norte de Sao Paulo) con graves deformaciones en las extremidades: la pierna derecha le llega a la altura de la rodilla y el brazo derecho hasta el codo, mientras que el izquierdo es más corto de la habitual y con un solo dedo.

Además, a los tres años de edad se tuvo que someter a una cirugía en la pierna derecha para adaptarla al uso de la prótesis. Tras la operación, Dias empezó a andar, al principio con dolor y dificultades, aunque más tarde descubriría que su verdadero territorio era el agua.

Durante la adolescencia y a pesar de sus limitaciones se aficionó a tocar la batería pero no fue hasta los 16 años, después de los Juegos de Atenas, que se lanzó a la piscina. Escogió la natación al azar, pero pronto descubrió que tenía un gran potencial.

Solo cuatro años más tarde, este brasileño de facciones agradables y sonrisa perenne en el rostro arrasó con 20 años en el "Cubo de Agua" de Pekín: nueve medallas (cuatro oros, cuatro platas y un bronce), una en cada prueba en que nadó.

Su memorable actuación lo aupó al año siguiente a conseguir el premio Laureus, conocido como el Oscar del deporte, como mejor atleta paralímpico, honor que él recuerda como el mayor logro de su carrera.

En Londres, Daniel Dias agrandó su leyenda: campeón en 50, 100 y 200 metros estilo libre, en 50 metros mariposa y espalda y en 100 metros braza, batiendo el récord del mundo en cinco de las distancias.

Un paso de gigante para lograr el que considera su objetivo vital: engrandecer el deporte paralímpico y animar a los jóvenes discapacitados brasileños a practicar la natación.

A ello se dedicará exclusivamente una vez se retire, aunque de momento ya se cita en la piscina de Río 2016, donde el tiburón de Campinas puede alcanzar ante su propia afición las 22 medallas del de Baltimore.

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