Detectan potencial sustancia cancerígena en alimentos en Chile

Primer estudio de furano en el país alerta de su presencia en productos como café y colados.




El furano es un compuesto tóxico que estudios han demostrado que provoca cáncer en animales. La sustancia puede aparecer en la producción de alimentos procesados a altas temperaturas. Incluso, aunque aún no hay evidencia concluyente, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer dependiente de la ONU lo incluyó como posible carcinógeno en humanos.

Ahora, un estudio del Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la  U. Católica demostró que la sustancia está presente en un gran número de alimentos procesados que se venden en el país .

Se trata de la primera investigación en el país sobre este compuesto potencialmente cancerígeno para humanos y que no cuenta con regulación nacional ni mundial.

El furano es una sustancia que se encuentra en alimentos tratados térmicamente como las conservas y alimentos para bebé. También está presente en alimentos procesados a altas temperaturas como pan tostado y galletas. Además, es un componente normal del café de máquina.

"El furano está recibiendo considerable atención debido al hecho de que este contaminante inducido por el calentamiento se considera como posible cancerígeno. Los actuales niveles de exposición de los humanos al compuesto podrían representar un riesgo para la salud", dice María Salomé Mariotti, autora principal del estudio, una de las científicas chilenas que en 2012 recibió el premio L'Oréal Chile-Unesco "For Women in Science", que resalta a las investigadoras más destacadas.

RESULTADOS
En el estudio, desarrollado junto a expertos del Departamento de Nutrición, Diabetes y Metabolismo de la UC y del Instituto Nacional de Alimentos de la U. Técnica de Dinamarca, se analizaron 14 tipos de alimentos de todas las marcas disponibles en el mercado, entre los que se encuentran la salsa de tomates, jugo de naranja, durazno en conserva, alimentos para bebés, peras en conserva, mermelada de damasco, café, papa fritas, galleta de soda, pan tostado, cereales para el desayuno y carne frita.

La investigación cruzó datos del consumo de alimentos de diferentes sectores etarios con las cantidades de furano en determinados alimentos y en base a ello se estimó la ingesta diaria dietaria de furano por peso corporal.

El estudio demostró que los niños en edad escolar son los más expuestos en su dieta diaria a este componente, a través del consumo de los chips de papas fritas; le siguen los bebés, que lo reciben en los colados; y luego, los adultos y ancianos, vía la ingesta de galletas de agua. (ver infografía)

"Para mitigar el impacto del furano se deben hacer recomendaciones tanto a la industria como a los consumidores para tomar conciencia de la ingesta de este contaminante químico y reducir lo más que se pueda su exposición", señala Franco Pedreschi, otro de los autores del estudio, quien detalla que la investigación se desarrolló entre 2012 y 2013.

Asimismo, plantea que  las empresas productoras de alimentos tienen un desafío en implementar tecnologías y emplear materias primas que permitan disminuir el contenido de furano en alimentos procesados térmicamente sin afectar en forma significativa sus atributos sensoriales al consumidor", recomienda Pedreschi, quien además investiga otro compuesto tóxico, la acrilamida (ver recuadro).

NO HAY NORMA EN CHILE
Paulina Chávez, experta del Departamento Alimentos y Nutrición del Ministerio de Salud, señala que efectivamente no hay  norma sobre estos componentes en el país.

"Respecto a furano y acrilamida en alimentos, no existe regulación nacional al respecto, no se han establecido contenidos máximos en los alimentos".

Sin embargo, la experta señala que tampoco existe normativa al respecto en la Unión Europea ni en Estados Unidos, "como tampoco el Codex Alimentarius, nuestro referente normativo internacional en materia alimentaria".

RESPUESTA DE LA INDUSTRIA
La Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile (ABChile), señala que el furano es un componente orgánico que se forma en bajas cantidades como subproducto natural en los alimentos durante su calentamiento o cocción, y se encuentra presente en una amplia variedad de alimentos.

"Cada vez que un alimento es cocinado o calentado, ya sea a nivel industrial o doméstico, se puede generar esta sustancia que ha estado presente desde que el hombre comenzó a cocinar", afirman.

Asimismo, indican que ninguno de los organismos internacionales que son referentes normativos para Chile en materia alimentaria, han establecido recomendación alguna sobre su consumo. Pese a ello, sostienen que realizaran todos sus esfuerzos por "incorporar los últimos avances científicos en cuanto asegurar la salud y la correcta nutrición de nuestros consumidores".

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