El dinero redibuja el mapa del fútbol

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Los millones mueven al deporte más popular del mundo. Se vio tras el paso de Neymar al PSG. ¿Quiénes son los magnates que controlan la actividad? Desde Rusia, China, Medio Oriente y Estados Unidos vuelan los billetes. Eso sí, hay clubes que se resisten al aterrizaje de sus fortunas.




Si la misión del París Saint-Germain era remecer al mundo del fútbol mediante un fichaje bombástico, lo consiguió. Todas las cámaras, la atención, los focos se han posado sobre Neymar en los últimos días, el motor de un proyecto con el afán principal de competir por ganar la Liga de Campeones. ¿Cuánto costó la movida? 222 millones de euros (US$ 263 millones), el precio de la cláusula de rescisión con el Barça del brasileño.

"Con la llegada de Neymar Jr, tengo la convicción de que nos acercaremos, con el apoyo fiel y ferviente de nuestros aficionados, a la realización de nuestros grandes sueños", dijo el presidente y dueño del club, el qatarí Nasser Al-Khelaifi. El caso del PSG es el más vivo ejemplo de cómo el poder del dinero ha capturado al deporte más popular, cómo gente de recursos casi ilimitados hace que la actividad gire en torno a cifras cada vez más estratosféricas. ¿Quiénes son los dueños de los clubes más fuertes? ¿De dónde provienen? El mapa de los magnates del fútbol da para todo.

Debido al fichaje de Neymar, su nombre asomó de inmediato: Nasser Al-Khelaifi (43). Empresario, en su vida siempre ha estado ligado al deporte porque fue tenista. De hecho, es el presidente de la Federación de Tenis de Qatar. En octubre del 2011 se transforma en el nuevo mandamás del PSG, el primero no francés de la historia del club. Además, es el presidente de la cadena de TV Bein Sports, filial de Al Jazeera. En 2016, L'Equipe lo denominó como "el hombre más poderoso del fútbol francés". Su fortuna se estima en 12.000 millones de euros.

Al-Khelaifi forma parte del grupo de equipos que son liderados por multimillonarios. Su principal competencia en la Ligue 1 también tiene el suyo. El empresario y filántropo ruso Dimitri Rybolovlev es el dueño del Monaco desde 2011. Su fortuna la desarrolló tras la caída de la Unión Soviética, desde las minas de potasio. Según constata El País, esto le valió ser conocido como "el rey de los fertilizantes". Uno de los datos más sabrosos de su vida es que en 2014, luego de su divorcio, tuvo que pagarle aproximadamente 3.200 millones de euros a su exesposa, en el que se considera como la separación más cara de la historia. En ese mismo año, su fortuna estaba estimada en 7.200 millones de euros (US$ 8.400 millones, al cambio de hoy).

El poder del dinero también seduce en Inglaterra. En ese sentido, el Manchester City marca la pauta, dominado por el jeque Mansour bin Zayed al Nahyan (46), más conocido como Sheikh Mansour. Miembro de la familia gobernante de Abu Dhabi, es el medio hermano del presidente de Emiratos Árabes, Khalifa bin Zayed Al Nahyan. Ha formado un conglomerado de clubes bajo el holding City Football Group, fundado en 2014, que también tiene al New York City (EE.UU.), Melbourne City (Australia), Atlético Torque (Uruguay) y el 20 por ciento del Yokohama Marinos (Japón).

En cuanto a billetera cuantiosa, la competencia es el Chelsea, gracias al ruso Román Abramovich (50), quien ha construido su impresionante patrimonio básicamente con el petróleo. Desde julio de 2003 es el mandamás de los Blues (compró la institución en 186 millones de euros), con notables resultados deportivos: de los seis títulos de liga de los londinenses, cinco han sido bajo su mandato. Tiene una isla propia, un jet privado, hectáreas en la luna y una megamansión en Manhattan tasada en 72 millones de dólares.

Siguiendo en la Premier, los otros magnates de los grandes provienen desde Estados Unidos. El 66,6 por ciento del Arsenal le pertenece a Stan Kroenke (70), empresario oriundo de Missouri, cuyos negocios van profundamente ligados al deporte. Además de los Gunners, es el dueño de los Denver Nuggets (NBA), Colorado Avalanche (NHL), Colorado Rapids (MLS) y Los Angeles Rams (NFL). El 33,3 por ciento restante es del ruso de origen uzbeko Alisher Usmanov (63), el quinto hombre más rico de Rusia según Forbes, con una fortuna de US$ 15.200 millones. Además del Arsenal, tiene activos en el consorcio metalúrgico Metalloinvest y una de las mayores operadoras de telefonía móvil en su país, MegaFon.

En el caso del Manchester United, el tercer equipo más valioso del mundo según el último ranking Forbes (su valor es de US$ 3.690 millones, siendo superado por Dallas Cowboys y New York Yankees), es la familia Glazer quien manda. Asentada en Florida, también tiene bajo su control a los Tampa Bay Buccaneers de la NFL. Mientras que el Liverpool tiene como dueño a John W. Henry (67), quien también posee el periódico The Boston Globe y el equipo de béisbol Boston Red Sox.

El gigante asiático

Uno de los grandes remezones se produjo en Milán. Los dos clubes de la ciudad pasaron a ser controlados por inversores chinos. El 13 de abril de este año, se concretó la venta del AC Milan al grupo comandado por el empresario Li Yonghong, quien se quedó con el 99,93 por ciento de las acciones que le pertenecían a Silvio Berlusconi por 740 millones de euros, pero además se estipuló que los compradores deben invertir 350 millones de la moneda europea en los próximos tres años. Luego de 31 años, Berlusconi abandonó el buque rossonero.

Cruzando la calle, en el Inter sucede una historia similar. El 68,55% de sus acciones le pertenecen a Suning Holdings Group, conglomerado liderado por Zhang Jindong, quien pagó 300 millones de dólares por quedarse con el control de los neroazzurri. El 31,05% es de International Sports Capital, del indonesio Erick Thohir, presidente de la institución. Un porcentaje muy menor es de la empresa de neumáticos Pirelli.

Los chinos también recalaron en España, por ejemplo en el Atlético de Madrid. Eso sí, no tienen el control total. El 20 por ciento del equipo es de Wang Jianlin, el hombre más rico de China, con una fortuna de 30 mil millones de dólares. Uno de los fundadores de Dalian Wanda Group puso el nombre al nuevo estadio de los rojiblancos: Wanda Metropolitano.

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Nacionalistas y socios

Hay clubes, quizás los más poderosos, que se apartan de la omnipresencia de los magnates: Real Madrid y Barcelona. Ellos no tienen dueño, sino que pertenecen a los socios, quienes votan a un presidente para que esté en el cargo por un determinado período. Hoy son Florentino Pérez en los merengues y Josep María Bartomeu en los azulgranas.

Aunque los colosos de España están lejos de ser vendidos a jeques o algo por el estilo, sí realizan suculentos negocios, con los cuales financian su millonario presupuesto. En el caso del Madrid, su camiseta es auspiciada por la aerolínea Fly Emirates, que paga 30 millones de euros por temporada. El actual vínculo finaliza en 2018, pero sería renovado. Por el lado del Barcelona, en el 2012 firmaron un acuerdo con Qatar Sports Investment, para que el país sea el sponsor central de la camiseta (en 2013 lo fue la aerolínea Qatar Airways). Pero desde este año, el nuevo auspiciador es la compañía japonesa Rakuten, la tienda online más grande de ese país. Pagaron 55 millones de euros (US$ 64 millones) anuales más variables por los próximos cuatro años.

Si hay una liga poderosa que tiene otros matices es la alemana. La estructura de la Bundesliga se diferencia respecto a otras. Según sus estatutos, en el fútbol germano se prohíbe que la propiedad de un equipo profesional sea de una sola persona o empresa. La regla que se denomina 50+1 e implica que como mínimo el 51 por ciento del club debe pertenecerles a los hinchas.

En la división de honor alemana existen dos excepciones. Una es el Bayer Leverkusen, que es de la farmacéutica Bayer. La otra es el Wolfsburgo, club que le pertenece a la compañía automotriz Volkswagen. Tanto el elenco de las Aspirinas como los Lobos no funcionan bajo la regla del 50+1, porque esta entró en vigencia en 1999 y en esa fecha ambas empresas ya eran dueñas de los clubes.

El elenco más poderoso de Alemania, el Bayern Múnich, funciona de manera especial. En 2014, la aseguradora Allianz entró en la propiedad del club comprando el 8,33% de su capital social a cambio de 110 millones de euros. Con ese pacto, se aseguró que el estadio de los muniqueses se llame Allianz Arena, al menos, hasta 2041. Además de la compañía antes mencionada, participan del Bayern la automotriz Audi y la marca de ropa deportiva Adidas, que tienen el mismo porcentaje. El 75,1% restante es de la sociedad FC Bayern München AG, que maneja la misma institución.

El fútbol de hoy, tan distinto, pero tan parecido. Los millones mueven al deporte más popular.

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