Educación parvularia
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Señor director:
En respuesta a la carta de Sylvia Eyzaguirre, cabe señalar que mi carta anterior fue una respuesta a la noticia publicada en medios el sábado 11, de que el gobierno priorizaría cuatro de los siete proyectos de ley de educación, dejando afuera el de educación parvularia. Como grata sorpresa, el jueves 23 de mayo, la Cámara de Diputados le dio carácter de suma urgencia a este proyecto.
La suma urgencia del proyecto y la posibilidad de discutir y mejorar la propuesta son claramente un avance para la educación parvularia en Chile. Así también, es un avance la incorporación de la educación parvularia en el sistema de aseguramiento de la calidad, aunque no haya aún indicios de cómo va a operar. También se valora el esfuerzo de los últimos gobiernos de aumentar el acceso y recursos en educación parvularia.
Aún reconociendo estos avances, es necesario recalcar que la educación parvularia en Chile se ha quedado atrás en lo que respecta a institucionalidad, calidad y equidad.
Carecemos de una institucionalidad claramente definida (este nivel de educación no cuenta siquiera con una división al interior del ministerio), tiene estándares de calidad muy por debajo de los de la Ocde y un reconocimiento social tan malo que las carreras de educación parvularia tienen los puntajes más bajos en la PSU y es de las profesiones con peores remuneraciones.
Si queremos hacer de la educación parvularia una prioridad nacional, tenemos que cambiar estas condiciones y mostrar congruencia.
Ojalá que la notoriedad que alcanzó la educación parvularia el 22 de mayo en todos los medios de comunicación con la "obligatoriedad de kínder" (propuesta que en la práctica no significa grandes cambios) pudiera mantenerse para otras discusiones relevantes.
Alejandra Cortázar
Centro de Políticas Comparadas de Educación UDP
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