El extraño universo de Pynchon salta al cine y llega su nueva novela

La más reciente cinta de Paul Thomas Anderson, basada en el libro Vicio propio, se exhibió en el Festival de Nueva York.




"¿Qué hubiera hecho Charlie en una situación así?", se pregunta la ex novia del detective Doc Sportello, tratando de estimular el agujereado cerebro de su antigua pareja, atascado entre una investigación sin salida y su dependencia de la heroína y drogas afines. Charlie no es el número uno de la policía de Los Angeles ni tampoco es el ex compañero más listo de la secundaria. Es en realidad la figura tutelar de los hippies más acelerados de California en 1970 y hace un año lideró la secta que descuartizó a la actriz Sharon Tate. Es Charlie Manson.

La escena ocurre en mitad de Inherent vice, la primera película basada en una novela del escritor estadounidense Thomas Pynchon. Da cuenta del clima desbordado y también del sentido del humor fuera de órbita que envuelve el filme, estrenado el viernes en el Festival de Cine de Nueva York. También nos informa de que el guión de Paul Thomas Anderson ha sido fiel a la atmósfera desquiciada de la novela original Vicio propio y que el realizador encontró en Pynchon un alma gemela. Por esta vez, al menos.

Anacoreta ejemplar entre los intelectuales estadounidenses y comparable a ese mito vivo que fue J.D. Salinger, Pynchon es a sus 77 años uno de los autores más admirados de su país. Coetáneo de Philip Roth, Don De Lillo y Cormac McCarthy, comparte con ellos similar estatura intelectual y, cosa curiosa, el mismo coqueteo infructuoso con el Premio Nobel. Pero a diferencia de ellos, posee un humor negro y desaforado, un gusto por las conspiraciones, las situaciones y personajes límites y por los juegos literarios.

LO QUE DEJÓ EL HIPPISMO
Ambientada en Los Angeles en 1970, la novela de Pynchon abre, continúa y cierra sus 400 páginas bajo el manto ominoso del crimen del clan de Charles Manson. Es el crepúsculo de la era hippie y lo que alguna vez fue diversión con cierto idealismo hoy es diversión a secas. En este libertino caldo de cultivo se podría decir que su protagonista es un drogadicto profesional que, incidentalmente, también es detective. Doc Sportello (Joaquin Phoenix) es contactado por su ex novia para dar con el paradero de su amante, el magnate de bienes raíces Mickey Wolfmann.

El periplo de Sportello, que transcurre entre clubes nocturnos, la playa de Gordita Beach y Las Vegas, tiene como paradas a una rara galería de personajes: está el fiero y brutal policía Bigfoot Bjornsen (Josh Brolin), suerte de némesis de Doc; el agente encubierto Coy Harlingen (Owen Wilson); la fogosa fiscal Penny Kimball (Rise Whiterspoon); o el disipado abogado Sauncho Smilax (Benicio del Toro).

La película de Anderson se mencionaba desde antes de su estreno como uno de los platos fuertes en la temporada de premios. Los nombres involucrados le dan prestigio de sobra y muchos esperaban un retorno al clima de Boogie nights, su entrañable fresco de la industria del cine porno en los años 70. El resultado, sin embargo, es otro: el narrador coral que para muchos se consagró en Magnolia ha ido transformándose en un tipo inclasificable. Para algunos críticos Inherent vice es la continuación de la hermética The master, pero en un tono más distentido. Su héroe, el narcotizado Doc Sportello, es solo la cara B del cuasi demente Freddie Quelle, de The master, también interpretado por Phoenix.

Alabada por Xan Brooks de The Guardian ("entender el argumento de esta película no es el punto; simplemente es gloriosa y exuberante"), Inherent vice llega a Chile el 19 de febrero. Será el momento quizás para jugar al detective: supuestamente Pynchon -quien nunca ha mostrado su rostro- hace un cameo, pero hasta ahora ningún espectador ha podido reconocerlo. Algunos dicen que puede ser el personaje de un "instructor espiritual" con traje de baño naranja. Otros mencionan a una masajista china o a un hippie que aspira cocaína en la consulta dental.

La inminente llegada de la película a Chile coincide con el arribo a librerías de Al límite, la última novela del autor de El arco iris de gravedad. La obra fue publicada el año pasado en Estados Unidos y entre las críticas elogiosas destacó la del escritor Jonathan Lethem, quien en The National Review of Books dijo: "La poesía de la paranoia del autor y su comprensión de los pasajes surrealistas en un ajuste perfecto".

Un dato curioso es que Al límite es la primera obra de Pynchon ambientada en Nueva York desde V. su debut en la novela, publicado en 1963. Nueva York es, después de todo, el paisaje de toda la vida de Pynchon, la ciudad en la que nació y en la que actualmente vive.

En Al límite otra vez hay un detective de protagonista. Solo que esta vez es mujer y no se droga. En rigor es bastante más sofisticada que Doc Sportello. Se llama Maxine Tarnow y es experta en crímenes bursátiles en el año 2001. Ella se desvive por capturar a los ladrones de guante blanco en Manhattan y sabe que la burbuja de los negocios en internet están a punto de explotar. Sabe que América está otra vez enferma. Eso sí, el mal es ahora mayor: si en Vicio propio el monstruo se llamaba Charles Manson, en Al límite es el ataque a las Torres Gemelas.

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