En los límites de la fotografía

Lo primero que verán quienes asistan a la muestra Metabolismos de la imagen del fotógrafo español Joan Fontcuberta (1955), en el Centro de Extensión de la UC, es una caja de acrílico transparente, repleta de invitaciones a distintas muestras de arte contemporáneo. Sobre ellas, deambula una decena de caracoles de tierra que devoran todo a su paso.

El experimento nació de manera fortuita. Ganador del Premio Internacional Hasselblad 2013, una especie de Nobel de la disciplina, Fontcuberta vive en las afueras de Barcelona, en un área campestre donde abunda la humedad. Y los caracoles. Cada vez que regresaba de un viaje se dirigía a la casilla de la correspondencia, donde lo esperaban, gracias a la acción de estos animales, vestigios de lo que alguna vez fueron reproducciones de obras de arte impresas sobre papel. Sorprendido, decidió armar una serie.

Con el título de Gastropoda, nombre científico de dichos animales, escaneó y amplió esas postales intervenidas, para exhibirlas en una galería. "El gesto alude simbólicamente a la degradación icónica, pero sobre todo, problematiza la noción de autoría. Hasta cierto punto debería compartir el copyright de las imágenes resultantes, porque caracoles y yo somos autores-colaboradores", dice Fontcuberta, quien expone por primera vez en Chile. ¿Muerte del autor? A su juicio, estaríamos más bien ante "un suicidio simulado". Agrega: "El autor se disuelve como una estrategia para dar paso a una regeneración del concepto de autoría, que tiene menos de individualidad y originalidad para dotarse de componentes sociales".

Parte de esta secuencia se podrá apreciar hasta el 31 de julio, en el marco de la muestra Metabolismos de la imagen. Autor de libros que indagan en el tema, como El beso de Judas. Fotografía y verdad (1997)y La cámara de Pandora (2010), Fontcuberta ha expuesto su trabajo en el MoMA de Nueva York, el Art Institute de Chicago y la Maison Européenne de la Photographie de París.

La muestra reúne obras de otras dos series: Orogénesis y Googleramas. La primera se relaciona directamente con la geografía, pues el término alude al proceso de formación de montañas. Utilizando softwares destinados a generar paisajes virtuales (y por ende, inexistentes), Fontcuberta reinterpreta cuadros de Paul Cézanne o Salvador Dalí. Es decir, en vez de trabajar a partir de mapas, utiliza obras maestras del paisaje: "Mi estrategia consiste en pervertir los fines de los programas. Como éstos sólo saben hacer montañas, valles y lagos, cualquier input será transformado dentro de ese repertorio limitado de outputs gráficos".

Para la tercera serie -Googleramas-, Fontcuberta moderniza las técnicas puntillistas de Georges Seurat, utilizando el método del fotomosaico: producir una imagen a partir de miles diminutas, que operan como pixeles. Para seleccionarlas, establece ciertos criterios de búsqueda en Google. Por ejemplo, para su obra Payaso utilizó fotos de los congresistas españoles del año 2006. En Irak, en tanto, figuran presidentes y primeros ministros que enviaron sus ejércitos a la zona sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU. Y en Ultima cena, rostros de chefs europeos.

"Las tres series contienen una reflexión sobre la naturaleza de la fotografía en un momento de transición tecnológica y conceptual. A pesar de que se me asocia con la fotografía, ninguna de las imágenes expuestas está hecha con una cámara", sostiene. "El hecho de que todos seamos productores y consumidores de fotografías nos lleva a cuestionar sus valores tradicionales: la verdad, la memoria, el archivo. Me considero más bien un post-fotógrafo, porque creo que la prescripción de sentido es más importante que la fabricación de la imagen. Es decir, quien físicamente hace la imagen no importa tanto como quien la gestiona e inserta en contextos expresivos y plataformas discursivas".